
Sergio Ramos no suele esconderse. Y ayer, tras la derrota 3-2 ante el Sevilla, lo volvió a hacer, volvió a dar cara después de un resultado complicado. Lo hizo para proteger a Cristiano Ronaldo y, de paso, cargar contra algunos aficionados sevillistas y el médico del equipo blanco, Jesús Olmo.
Al respecto de este último asunto, el capitán blanco confirmó la existencia de problemas. "Quizá no sea el momento ahora... no te voy a mentir. Es una realidad. Debemos intentar ayudarnos y llegar a final de temporada y poner los problemas encima de la mesa. Y entonces, cuando hablemos, los que podemos hablar más que otros, hablaremos", dijo al respecto del galeno.
Un doctor que por ahora no ha logrado frenar. Ramos no descartó pasar por el quirófano. "A día de hoy no te puedo decir nada en concreto. Cuando se recae es fastidiado. Llevaba jugando infiltrado. Era necesario. Ahora a ver qué riesgo de lesión tengo. Teniendo en cuenta que es una recaída, valoraremos", añadió.
Protector con Cristiano
Ramos también quiso lanzar mensajes de apoyo a Cristiano Ronaldo después de una actuación complicada.
"Cada uno tendrá una opinión. Lo conozco bastante bien. pero tampoco voy a ha decir nada que genere polémica. Sería echar tierra en contra de nuestro equipo. Cristiano siempre aporta y lo da todo. A veces está bien, y otras no. Como todos. Es pieza fundamental. Cuando está de suerte, como en estos últimos años, nos beneficiamos de todo ello. En los últimos partidos no ha estado bien, pero no siempre se puede estar bien", protegió al delantero.
Ramos también cargó contra aquellos sevillistas que le habían silbado durante el cambio. "Lamentable, patético, me tendrán que matar así. Meteré dos banderas en mi lápida, la del Sevilla y la del Madrid. Recuerdo todos los buenos momentos aquí desde niño. Agradezco los aplausos de muchos, pero obviamente los pitos de otros no me quitan el sueño", concluyó.