
Keylor Navas no ha escapado a la plaga de lesiones que afecta al Real Madrid. Al 'tico' le anda haciendo la vida imposible una sobrecarga en los últimos días que ya le impidió jugar el duelo de Liga ante Las Palmas y que, a día de hoy, podría ir a peor.
El meta sigue con problemas musculares. Salvo milagro, sería baja ante el Sevilla por el mantenimiento de esta sobrecarga en el aductor derecho. El nivel de exigencia está siendo muy alto, y la llegada de un partido tan importante como el del PSG obligó al ex del Levante a adelantar su llegada. La consecuencia está en la más que probable baja en el Pizjuán.
Sin ir más lejos, Sergio Ramos tuvo que sacar los últimos lanzamientos desde la portería ante el PSG porque el portero no podía forzar. Keylor acabó muy justo el duelo del domingo y la prueba es su estado de cara al siguiente fin de semana.
Tanto es así que en el propio Navas está empezando a crecer la desazón. No termina de recuperarse y piensa que debe parar de verdad. Lo suficiente para poder sanear la zona, sea el tiempo de baja que necesite. Informa Sport que el portero piensa que ha forzado demasiado que ha jugado muy al límite. El miedo es latente.
Esto, no obstante, es un sentir que va a la par con el ansia de jugar y de ayudar al equipo. En este equilibrio se debate el costarricense, que tiene en juego mucho: una lesión le podría privar del Clásico y de unos cuantos partidos más. El Real Madrid le necesita y él no quiere parar de crecer. Pero su musculatura también tiene algo que decir.