Pocas noticias buenas dejó el partido que enfrentó al Real Madrid y al PSG. El resultado, el gol de Nacho y poco más. En el que fue su peor encuentro de la temporada, el equipo blanco solo superó en el marcador a la escuadra de Laurent Blanc. El resto fue un ejercicio de superioridad de los parisinos que no pasó desapercibido para el Santiago Bernabéu.
Por primera vez en la temporada, el respetable censuró de forma clara el desempeño de su equipo. No fueron pitos aislados, sino audibles. Una expresión de descontento con el juego que se deriva del runrún con el juego del equipo, muy cuestionado desde que está Benítez. Los resultados acompañan, pero la imagen no deja de transmitir dudas. Demasiadas dudas para algunos.
El asunto no preocupaba demasiado al destinatario de una parte importante de los pitos, Rafa Benítez. En declaraciones a los medios de comunicación, el técnico antepuso la clasificación a la pitada y quiso hacer referencia a lo positivo que sacó del encuentro.
"Me deja peor sensación la primera que la segunda parte en la que tuvimos más control y buenas contras. Hemos jugado contra un gran equipo y tenemos jugadores que están jugando muchos partidos. La llegada de nuevos jugadores que salen de lesiones nos va a ayudar y dar aire, se tiene que notar". La afición no compartió el mismo optimismo.
A lo largo del partido, especialmente en la segunda parte, el público expresó su descontento. Dos acciones concretas fueron significativas. En un momento del partido, Cristiano erró en una entrega aparentemente fácil y provocó el enfado del Bernabéu. El encuentro del portugués fue gris, apático. El público pedía algo más.
Otra acción conflictiva fue la del cambio de Jesé Rodríguez. En un alarde de defensa del canterano, el Bernabéu pitó el cambio que hizo Benítez, introduciendo a Lucas Vázquez por el '20'. No gustó nada la sustitución en el estadio ni tampoco al propio Jesé, que dejó el campo con cara de malas pulgas.
Parece claro que los primeros pitos del Bernabéu (al margen del caso anecdótico de Cristiano) se dirigen hacia Rafa Benítez. Era algo cantado: el perfil escogido por la directiva empujaba a que fuese el primer blanco de las críticas. Ya pasó con la prensa y ahora es el público blanco el que adopta la misma dinámica. Ante el PSG, estrenó el sonido de viento.
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