Fútbol

El músculo maldito que hostiga a Gareth Bale en el Real Madrid

Bale, después de lesionarse ante el Shakhtar. Imagen: Reuters.

Gareth Bale regresa a la enfermería casi sin tiempo de acostumbrarse a su vuelta a las alineaciones en el Real Madrid. Jugó 27 minutos contra el Atlético en el derbi, se fue con su selección, disputó una parte con el Levante y nada más. 180 minutos con Gales, 72 con el equipo blanco y vuelta al dique seco.

El culpable de esto es el sóleo, músculo que se ha convertido en una tortura para el '11', que acumula en dos años cinco lesiones en la misma zona. Situado en la zona del gemelo y vital para movimientos tan propios de Bale (en el fondo, casi de cualquier jugador de élite) como las aceleraciones y los saltos, es una zona con una recuperación delicada, con la que hay que tener una especial atención.

El sóleo es un viejo conocido del galés, que comenzó su particular relación con él a las pocos meses de su llegada a Madrid, en un entrenamiento de diciembre de 2013. A esto le siguió una sobrecarga tan solo 40 días después, también en una sesión preparatoria. 

En el curso 2014/2015, el 18 de abril volvió a caer fruto de la misma lesión en un partido ante el Málaga, y fue en la presente temporada cuando se reencontró con estas malas sensaciones. En el 4-0 del Real Madrid-Shakhtar tuvo que ser sustituido antes de tiempo, y lo que nos ocupa ahora es una recaída de esa dolencia. Quedan fuera otros casos, como sus problemas musculares en los muslos y ese conato de hernia nada más aterrizar en la capital de España.

Sergio Ramos lo sufrió con el sóleo la temporada pasada: cayó en el mes de mayo y se quedó sin final de temporada. Sobre lo atento que hay que estar con las recuperaciones de este tipo de dolencias incidía Rafa Benítez, al enterarse el 15 de septiembre (fecha en la que cayó Bale, contra el Shakhtar) y diciendo a los periodistas que en su caso concreto había que esperar "un poquito".

De ahí, quizá, su suplencia en un partido tan importante como el del Atlético de Madrid, una prudencia que no tuvo respuesta similar en Gales, donde Bale jugó los 90 minutos del partido ante Chipre, en el que su selección obtuvo el pase a la Euro 2016, y también contra Andorra, en un encuentro intrascendente.

Al igual que Benzema y Modric, Bale paga el esfuerzo extra realizado en el parón de selecciones, un mal del que ya se ha quejado Rafa Benítez, un grito en saco roto. Solo que al galés le ha repercutido en una zona delicada, probablemente la más insegura en su paso por el Real Madrid. Al '11' le toca esperar una vez más.

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