Fútbol

Los ataques de Benítez a Ancelotti desatan otra 'guerra' en el Real Madrid

CR7 abraza a Ancelotti; el luso aprecia mucho al italiano. Imagen: Reuters

Rafa Benítez está obsesionado con Carlo Ancelotti. O al menos, con superar le herencia que dejó en el vestuario blanco, donde el italiano es, todavía hoy, algo más que un icono para sus futbolistas. De ahí que en los últimos días haya lanzado mensajes en contra del italiano y su trabajo en el equipo blanco. Esos comentarios han indignado a buena parte de la plantilla y se han unido a la lista de motivos que distancian al entrenador de sus jugadores.

Lo cuenta Marca. El malestar es creciente y éste asunto, el de la comparativa con Ancelotti, molesta mucho. Él era, en verdad, el entrenador que las vacas sagradas de Valdebebas deseaban tener esta temporada. No es un secreto. Algunos como Cristiano Ronaldo lo confesaron incluso en redes sociales.

Aquellos guiños, aquel deseo, lastraron el fichaje de Benítez. Él se sabía no deseado. Y por ello, ahora, tiempo después, se 'cobra venganza' y aprovecha cualquier ocasión para aclarar que lo está haciendo mejor que su antecesor. Que por mucho que le quieran criticar, su trabajo es mejor que el del transalpino.

En las tres últimas entrevistas que ha concedido el madrileño ha lanzado un buen puñado de dardos a 'Carletto'.

Ayer, por ejemplo, en Onda Cero, afirmó que si el Atlético de Madrid no les metió cuatro (en referencia a la goleada del curso pasado, con Ancelotti al frente) algo bueno habría hecho su cuerpo técnico. Es una mención que duele a un vestuario que acusa directamente al entrenador de ser el culpable de no ganar en el Calderón por su actitud defensiva, por echarse atrás en lugar de salir a matar el partido tras el descanso.

Antes, en la Ser y la Cope, Benítez insistió en una idea similar e incluso amplió su repertorio poniendo en duda las escasas rotaciones que hacían los blancos o aclarando que éste, su Real Madrid, tira más a puerta que aquél, el de Ancelotti.

Larga lista de desencuentros

Aunque Benítez insista en aclarar que todo va bien, que su relación con los jugadores es excelente, la realidad dice que ésta se deteriora cada día más y más. La tensión con Benzema, por ejemplo, por sus constantes cambios es evidente. O que a Cristiano no le gustara que no dijera de él que era el mejor del mundo.

Tampoco gustó a Ramos que le señalara después del derbi por su penalti a Thiago. Suma y sigue que va haciendo de este inicio de temporada, un trago duro para Benítez. El tiempo dirá si lo solventa con suficiencia o si, por el contrario, acaba convirtiéndose en un lastre demasiado pesado para él.

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