
Ya es oficial. Raúl lo deja. Se va. Abandona el fútbol profesional a sus 38 años porque, afirma, es el momento justo para hacerlo. Ahora le toca pensar en el futuro. Y en él, el club en el que se hizo leyenda, el Real Madrid, emerge con fuerza. Su entorno lo tiene claro. Tarde o temprano, acabará de nuevo en el Bernabéu. Ahora queda definir en qué puesto y, sobre todo, para qué, si para convertirse en amenaza de Florentino Pérez o, en cambio, transformarse en uno de sus mejores aliados.
La primera duda parece resuelta en una única dirección, la de los banquillos. El entorno del delantero sabe que lo que más le apasiona es ponerse al mando de un equipo. Para ello se formó en Qatar, donde absorbió buena parte de los conocimientos que le podía dar una de las mejores academias de formación del planeta, la 'Aspire Academy'.
Sólo su deseo de seguir jugando al fútbol y de formarse en EEUU le hizo dejar su aventura por Oriente, donde estaba llamado a ser seleccionador de Qatar en el Mundial 2022. El delantero hizo las maletas para enrolarse en el mítico Cosmos de Nueva York. Ahora Xavi Hernández ocupa su puesto en el Al-Saad y hará, presumiblemente, lo propio en el combinado nacional qatarí.
Una opción, la de colgar las botas y ponerse con la pizarra, que no parecía tan clara hace un par de temporadas, cuando también se especuló con la posibilidad de que el '7' quisiera presentarse a las elecciones del Real Madrid. Pero no. A Raúl le come todavía el gusanillo de estar pegado a un balón, el gusanillo de seguir la rutina diaria que ha marcado sus 21 años de carrera. Esto es: entrenar, entrenar, entrenar y entrenar... aunque ahora desde el otro lado de la barrera.
Si Raúl no quiere ser presidente, ¿por qué podría convertirse en amenaza para Florentino Pérez? Sencillo: porque puede que se enrolase en las filas de una candidatura alternativa a la del actual presidente como potencial entrenador blanco. Sería una de las bazas de una lista plagada de nombres de ex madridistas.
Y es que desde hace ya años se viene fraguando un proyecto en el que varios exjugadores merengues optarían a gestionar el club. Sería un modelo similar al del Bayern de Múnich con la diferencia de que los bávaros son una Sociedad Anónima, mientras que el Real Madrid pertenece a sus socios. Habría, por tanto, que vencer en unas elecciones que, a día de hoy, están blindadas para que Florentino Pérez continúe perpetuando su mandato.
De ahí que esa candidatura alternativa no haya dado todavía un paso al frente. Se quiere tener todo atado y bien atado para, cuando se presente batalla electoral, se haga con garantías de éxito. Y Raúl, en este sentido, sería una gran baza a favor de los Manolo Sanchís y compañía. El también excapitán merengue sería cabeza de cartel. Junto a él, el todavía futbolista del Cosmos conformaría una dupla que Florentino Pérez aún está a tiempo de evitar.
El presidente podría transformar al '7' en 'aliado' en lugar de 'enemigo' fichándolo como técnico de las categorías inferiores o incluso como uno de los responsables de la cantera. Raúl nunca ha descartado aceptar un paso así, pero eso, con todo, no implica que se pueda descartar también la opción de que luego se convierta en el entrenador de esa hipotética candidatura alternativa.
Porque, cabe recordar, las relaciones entre Florentino Pérez y Raúl no fueron del todo positivas en los últimos años del ariete en la capital y en especial cuando el futbolista se marchó de Madrid sin recibir el homenaje que muchos socios reclamaban. Aquellas rencillas todavía hoy perduran. La relación entre ambos es cordial, pero poco más. Mantienen las formas sin que ello no esconda la distancia que, esta vez, podría volverse en contra de Florentino en las urnas.
Si algún día la masa social blanca volviera a votar (en los dos últimos procesos electorales ganó Pérez como único candidato que se presentó), ver a Raúl de entrenador blanco sería una de las razones que podría hacer cambiar a muchos socios su voto para dárselo a otra candidatura, aquella que consiguiera el retorno del hijo pródigo al Paseo de la Castellana.