
Gareth Bale ha vivido una semana de extremos. De clasificarse con su selección para una Eurocopa por primera vez en su carrera, ha visto como al llegar a su club de nuevo tiene un grave problema creado por su propio agente. Las declaraciones de Jonathan Barnett han dolido en el Real Madrid y han obligado a Rafa Benítez ha actuar.
Según informa El Mundo, el entrenador blanco decidió mantener una conversación telefónica con el galés para aclarar la situación y calmar los ánimos. Al igual que cuando tuvo problemas con Cristiano y con Ramos, Benítez no ha querido dar mucho tiempo a que la polémica se expanda más de lo deseado.
Una vez que tuvieron lugar las palabras de Barnett, Benítez se puso en contacto con su jugador. Ocurrió al día siguiente y fueron dos los temas que se trataron. Primero, su estado físico, puesto que aún está renqueante. Segundo, obviamente, el problema con su agente. En ese sentido, Bale quiso tranquilizar al técnico.
"Míster, no habla en mi nombre", dijo el '11', que quiso dejar claro que nada tenía que ver con los excesos verbales de su agente. Incluso aseguró que ya había hablado con él para advertirle de lo temeraria de su actitud. También dijo que si era necesario, hablaría con Cristiano para disculparse.
Así, parece que la sorpresa que ha creado el desliz de Barnett en el Real Madrid ha sido similar a la que se ha llevado el mismo Bale. Y también Ronaldo, por descontado. Tras unos pocos días de descanso en el club blanco después del lío por las declaraciones de Benítez sobre Ramos, vuelven las turbulencias. Por esta precisa razón ha querido cortar por lo sano el entrenador madridista.