
Álvaro Arbeloa se convirtió en el villano blanco del Real Madrid en el derbi contra el Atlético. El salmantino salió al borde de la primera parte para suplir al lesionado Carvajal y durante la segunda sufrió muchísimo para frenar los envites rojiblancos. Tanto, que un error suyo en la salida del esférico provocó la jugada con la que Vietto empató el partido. Sin velocidad y con dificultades para sacar la pelota jugada, muchos madridistas se preguntaron por qué Benítez no dio entrada a Nacho, futbolista, por lo visto en este comienzo de curso, por delante de Arbeloa para ocupar el lateral. Y eso mismo pensó el entrenador del Real Madrid. En un primer momento Benítez ordenó que fuera Nacho el que supliera a Carvajal. Pero finalmente cambió de opinión. ¿Qué mutó su decisión inicial?
Las cámaras de Canal + y 'El Día Después' revelaron la secuencia de esta marcha atrás de la que quizá hoy se arrepienta el entrenador. En cuanto Carvajal se tiró al césped y dio a conocer que no podía continuar, Benítez se dirigió a sus ayudantes con vehemencia. "Nacho, Nacho, Nacho", insistió el entrenador.
Pero antes de ejecutar el cambio, el técnico se giró y decidió debatir con Fabio Pecchia, su segundo entrenador, qué futbolista saltaría al campo. Tras un breve debate, Benítez se gira y grita "¡Álvaro!", en referencia a Arbeloa. Finalmente fue él quien ocupó la plaza que dejó el defensa de Leganés.
Fue esta conversación con Pecchia la que evitó que Nacho ocupara el lateral derecho. Las vicisitudes de esta conversación no han salido aún a la luz. ¿Tuvo miedo Benítez de la inexperiencia de Nacho? ¿Entendió que era mejor reservar al central por si era necesario utilizarlo durante el segundo tiempo?
Fuera por lo que fuera, lo cierto es que el entrenador varió su decisión en una rectificación que, quién sabe, pudo costarle buena parte del derbi y, por lo tanto, alentar las críticas que después le han llovido por el punto cosechado en la rivera del Manzanares.