
Cristiano Ronaldo está a dos goles (uno según el diario Marca, organizador del trofeo Pichichi) de alcanzar a Raúl González Blanco como máximo goleador histórico del Real Madrid. Una gesta que no ha logrado batir en los dos últimos partidos, encuentros en los que ha dejado su cuenta particular a cero pese a estar a un paso de este hito. Como si de una 'maldición' se tratase, CR7 ha pasado de ver puerta con relativa sencillez (logró ocho goles ante Espanyol y Shakhtar) a ofuscarse en los metros finales. Contra el Granada, en el Bernabéu, ya dejó muestras de una ansiedad que ayer confirmó frente al Athletic y en el nuevo San Mamés, un estadio que no se le da nada bien. El vértigo de sentirse tan cerca de su objetivo parece lastrar su rendimiento.
Algo parecido le sucedió a Leo Messi cuando, la temporada pasada, se acercó a los números que le convertirían en el máximo artillero ya no del Barça, sino de la historia de la Liga. En aquel momento se bautizó como la 'maldición de Zarra' a esa inusual sequía que dejó al argentino tres encuentros consecutivos sin anotar en Liga, cuando tenía un sólo tanto superar al ex goleador del Athletic. Al cuarto encuentro del torneo doméstico el '10' blaugrana logró la gesta.
Siguiendo este paralelismo, también se podría bautizar como la 'maldición de Raúl' al proceso por el que atraviesa un Cristiano Ronaldo intermitente en su eficacia este curso. Y es que, si descontamos los dos encuentros antes citados contra el Espanyol y el Shakhtar, su bagaje goleador entre temporada y pretemporada es sorprendentemente bajo: 11 partidos y una sola diana. Si la mirada es global, la cifra se 'normaliza': 13 partidos, 9 dianas. La proporción, en todo caso, está por debajo de la media que mantiene en el club blanco, de más de un gol por choque disputado.
El 'robo' de Benzema
Anoche, en Bilbao, Cristiano Ronaldo gozó de algunas ocasiones para superar la barrera que fijó en su día el otro '7' merengue. Dos fueron las más claras. Una en la primera mitad, en el minuto 21, cuando lanzó una volea desde la frontal del área que despejó con brillantez Iraizoz.
La segunda llegó en el 1-2 de Benzema, cuando el francés le 'robó' la pelota al portugués justo en el instante en el que Cristiano iba a empujar la asistencia de Isco sobre la línea de gol.
Entre una y otra acción, lo intentó por activa y por pasiva, pero la defensa del Athletic frenó sus intentonas, lo que aumentó su nivel de frustración hasta ganarse una amarilla por protestar ante Mateu Lahoz una falta de Raúl García y desatar su desesperación cuando, en el 83' se le marchó desviado un tiro con la zurda después de un contragolpe del Real Madrid.
Este sábado, ante el Málaga, un rival en horas bajas, tendrá una nueva oportunidad para lograr esos dos goles que le permitan alcanzar su objetivo y derrocar a Raúl. Veremos si entonces supera su 'maldición' o si esta permanece un partido más.