Fútbol

Griezmann y una siesta le valen al Atlético para ganar al Getafe y ser líder provisional de la Liga BBVA

Griezmann, tras anotar el 1-0 ante el Getafe. Imagen: Reuters.

Sin brillo ni glamour, pero con autoridad, el Atlético de Madrid es líder provisional de la Liga BBVA. Todo indica que perderá tal condición en cuestión de horas, pero la realidad ahora mismo es la que indica la tabla, que deja a los rojiblancos en lo más alto gracias a un doblete de, quién si no, Antoine Griezmann. Dos tantos del galo y una siesta entre medias bastaron a los de Simeone para ganar al Getafe un encuentro desagradable de ver.

Todavía faltan piezas por encajar en este nuevo Atlético, que sigue mostrando su peor versión en casa, cuando es obligado a llevar la responsabilidad e iniciativa del juego. La baja de Arda (y la de algún que otro mediocentro con capacidad creativa, mayor tara de la planificación atlética de este verano) sigue notándose cuando el rival se encierra atrás y eso le crea problemas a un equipo concebido especialmente para el contragolpe. Las rotaciones (Giménez, Filipe, Tiago, Vietto y Jackson fueron suplentes por decisión técnica) tampoco ayudaron demasiado.

Sí lo hizo el Getafe, que en el Calderón se comporta igual que el amigo tímido que llega a tu casa sin rozar las paredes, temeroso de romper un jarrón. En tan solo cuatro minutos, concedió el espacio suficiente a Griezmann dentro del área para que aprovechase un tiro desviado de Gabi a la salida de un córner. El fuera de juego lo rompió de forma descarada Alexis, que asistió en primera persona al control y definición con la derecha del '7'.

Todo parecía coser y cantar, con un Atlético que dominaba tranquilo, ocupando el campo rival casi sin querer. Sabiéndose sin problemas a sus espaldas, los rojiblancos se pusieron a pasear el balón de lado a lado, pensando que tarde o temprano llegaría el segundo y quién sabe si después el tercero. Vergini cortó un peligroso avance de Torres, un disparo acrobático de Saúl acabó en la chepa de un defensor, un disparo de Carrasco desde la frontal y poco más. Ahí comenzó la siesta del Atlético.

Con la intensidad de un veinteañero al levantarse un domingo por la mañana, el Getafe se fue sacudiendo el peligro y ganando metros. Dos ocasiones de Scepovic, especialmente una al aprovechar un fallo de Óliver al sacar una falta, avisaron al Atlético de que se le estaba cayendo la baba en el sofá. Llegaba el descanso y el runrún se transmitía por el Manzanares. Mitad sopor, mitad intranquilidad, la gente se iba con la mosca detrás de la oreja a por el bocadillo.

A la salida de los vestuarios, Simeone dio entrada a Correa por un gris Carrasco, pero la dinámica no cambió. Esta vez, no hubo una reacción como en Ipurua, y a pesar de que el '16' lo intentó y tuvo varios gestos de clase, el partido siguió el mismo guión de la primera tarde, con un Atleti trotón y un Getafe conservador, consciente de que tendría alguna ocasión y que el resultado le permitía llegar con opciones.

No se equivocaron los azulones, que tuvieron el empate en el 62'. Un fallo de Siquiera (de vuelta a su versión más discreta) propició una carrera de Víctor Rodríguez, que dejó solo a Pedro León contra Oblak. El murciano le pegó con el exterior, y la pelota se marchó fuera, a la derecha del esloveno.

La respuesta de Simeone al susto visitante fue casi inmediata: Tiago por Óliver. El argentino quería más control, después de haber introducido a Jackson por Torres. No acabó de conseguirlo, y aunque el Getafe no sorprendía con acercamientos peligrosos, sí deambulaba demasiado en campo rival. En paralelo, el Atleti se metió atrás una decena de metros y un sector del estadio respondió nervioso con algún que otro pito.

Aún así, el potencial ofensivo rojiblanco le permitió disfrutar de dos ocasiones: un cabezazo de Jackson fuera y otro de Godín al que no llegó por muy poco Griezmann. Para la puntilla final hubo que esperar casi al final. En el 89', Jackson recogió un pase en largo, avanzó unos metros y la puso al segundo palo, donde Griezmann solo tuvo que empujarla ante un Guaita vendido.

Victoria y otro paso más: ésa es la lectura que hace el Atlético con el Villarreal, el Benfica y el Real Madrid en el horizonte y después de un partido que les deja seis puntos por encima del Valencia y diez del Sevilla (con un partido menos los de Emery) a la vez que aguanta el ritmo a Barcelona y Real Madrid, con el simbólico premio del liderato provisional. Le falta mucho por mejorar, pero el Atleti compite hasta con una espada de madera.

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