Keylor Navas se ha afianzado de forma meteórica en la portería del Real Madrid. Tras sus buenas actuaciones antes del 'caso De Gea', el costarricense se ha convertido en el único meta imbatido de la Liga BBVA y casi por sorpresa tiene el estatus de titular indiscutible en la competición casera. No obstante, su camino no ha sido nada fácil.
Cuenta As que la tensión de los días previos al cierre del mercado de fichajes fueron duros para el 'tico', que llegó a estallar en lágrimas después del final del mercado, fruto de la tensión y de la incertidumbre. Porque esas jornadas de final de agosto, ante todo, fueron de incertidumbre.
Las informaciones que se filtraron desde el entorno del jugador hablaban de una nula comunicación del club sobre lo que pasaría su futuro, en paralelo al interés que había en la entidad por hacer de De Gea su portero titular. Sin saber si jugaría a la semana siguiente en Manchester o en Madrid, rindió a gran nivel contra el Betis y posteriormente tuvo que blindarse en Valdebebas con el apoyo de Rafa Benítez, que reconoció que pasó el día acompañándole. La relación entre los dos, se desprende de esto, es francamente buena.
Este punto de vista se aleja de la versión ofrecida por el presidente blanco, Florentino Pérez. En declaraciones a Cope, en 'El Partido de las 12', aseguraba que la iniciativa del traspaso de Keylor era del propio jugador: "No le debo ninguna disculpa a Keylor. Si Keylor no quisiera irse no hubiésemos hecho la operación".
En menos de dos semanas, todo se ha vuelto de color de rosa para Keylor Navas, que ahora espera si el romance con la titularidad se prolonga también en Champions. La vida vuelve a sonreír al meta, después de un periodo complicado en el que la ansiedad, la tensión y el desconocimiento de su futuro le jugaron una mala pasada.
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Arrasa a sus rivales