Fútbol

Polos opuestos en el trono del Real Madrid: entre la euforia de Bale y la 'depresión' de Cristiano

Cristiano y Bale, durante la pretemporada en Australia. Imagen: EFE.

Las dos estrellas del Real Madrid viven momentos radicalmente opuestos. En la temporada en que parten desde la mayor igualdad de estatus posible, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo han comenzado a niveles totalmente diferentes. Las dinámicas de uno y otro son como la noche y el día, y se reflejan tanto en el propio Real Madrid como en sus selecciones.

El éxito de Gareth Bale (también a nivel personal, no solo con la muy cercana clasificación para la Euro 2016) con Gales tuvo su máximo exponente en la victoria casi sobre la bocina con un tanto del de Cardiff, llegando desde atrás, cabeceando un centro desde la derecha. Fue significativo el hecho de que lo hiciera en el hueco que se le ha reservado en el Real Madrid, por el carril del '10', exprimiendo su rapidez en el acercamiento al área rival.

En el equipo blanco, el panorama deja a un Bale por encima de Cristiano en prestaciones. Aunque el luso deseaba partir desde la izquierda, ve cómo el espacio al que se dirigía habitualmente (el del centro, para potenciar su capacidad de remate) está ocupado más veces. En paralelo, también ve mas poblada la banda izquierda, puesto que la tendencia de Bale le inclina de forma natural a ese costado, que además, frecuenta Marcelo.

En esta disposición de piezas, Bale y Cristiano han sido voluntariosos, pero con diferente resultado. El gato al agua se lo ha llevado el galés, con dos goles ante el Betis. Uno, al estilo del metido en la clasificación de la Euro (de cabeza, a pase de James y aprovechando una llegada desde atrás) y otro cabalgando también por la parte central, con un muy buen disparo de media distancia.

Frente a estos buenos síntomas, la imagen de Cristiano es la de un jugador obsesionado. En su caso, la clave reside en el gol. El luso no ha sido capaz de estrenarse en lo que va de temporada y solo ha anotado en un partido desde que comenzó la preparación del equipo en julio.

Esta falta de huecos, añadida a una creciente ansiedad por su sequía (la segunda más pronunciada desde que está en el Real Madrid) llena de nubarrones este comienzo del '7', que en su eterna búsqueda de la perfección se ve perjudicado por un carácter competitivo hasta la extenuación.

En Portugal no ha encontrado Cristiano el bálsamo que necesitaba para afrontar su regreso a la Liga BBVA. Así, el delantero vuelve a la competición casera con más fantasmas que buenos síntomas. En todo caso, como con cualquier ariete, si se reencuentra con el gol ya vería la luz al final del túnel.

En este contraste se sitúa el trono del Real Madrid. La pareja Bale-Cristiano pasa por momentos opuestos, pero la grada espera que ambos confluyan en la misma dirección. Sería un argumento de peso para revertir las sensaciones del equipo en este comienzo de curso 2015/2016.

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