El estrepitoso fracaso con el que se cerró la operación entre Manchester United y Real Madrid que incluía a David de Gea y Keylor Navas ha dado la vuelta al mundo. Un fallo final por el que ambos clubes se han echado la culpa el uno al otro y que ha dejado en mal lugar a las dos entidades. Un cúmulo de despropósitos que solo ha dejado víctimas por el camino...salvo Keylor Navas.
El 'tico', a consecuencia de pasar un mal rato en la noche del 31 de agosto, ha sido el ganador de un duelo entre faxes y firmas de contratos. Es él quién consigue lo que deseaba, e incluso mejora sus condiciones anteriores al cierre del mercado de fichajes. Su situación, comparada con la del resto de actores, tiene un saldo positivo.
El meta se queda en el club en que quería jugar, lo hará como titular, y obtendrá como recompensa por las molestias ocasionadas un aumento salarial, cercano a los cuatro millones de euros. Tiene, no obstante, el hándicap de la duda de la directiva, principal adalid de la llegada de De Gea. A cambio, posee el cariño de la afición (algo inaudito en el Bernabéu cuando se trata de un portero en los últimos años) y de su técnico.
La directiva del Real Madrid no está tan contenta, aunque ha querido poner en práctica el 'al mal tiempo buena cara'. Keylor no era su portero, De Gea era la apuesta clara de futuro y no se quería esperar un año, pero las circunstancias no se han dado de esa manera. Así, se ha pacificado al meta 'tico' y se le ha dado el apoyo que le faltó justo hasta anteayer. Ya que no hay otra vía para la portería, irá a tope con ella hasta que pueda ser susceptible de ser modificada.
En el Manchester United tampoco hay muchos motivos para la alegría. Han dejado la oportunidad de recibir dinero por la marcha de De Gea y no han conseguido un recambio de garantías. Sergio Romero, de momento, es el meta titular. Las dudas son importantes. Mientras tanto, queda por saber lo que se hará con De Gea. La patata caliente es para Louis Van Gaal, que después de 'exiliar' al portero a la grada, necesita repescarle para la causa. Ante el Swansea, el United sufrió las consecuencias de no tener un guardameta de garantías.
Y, por supuesto, está De Gea. El portero ya daba por hecho un fichaje que llevaba esperando meses y con el que estaba muy ilusionado. En las semanas de incertidumbre, ha tenido que soportar el desapego de una grada que antes le aclamaba y el pulso de un entrenador que le ha dejado fuera de las convocatorias. Ahora, hasta la Eurocopa está en peligro, tal y como reconoció Vicente del Bosque.
Un duro desafío se le plantea al ex del Atlético: recuperar la confianza del míster, de la afición y aislarse del ruido mediático. En paralelo, evitar que una delicada situación le pueda perjudicar a su rendimiento. El objetivo es seguir siendo el portero que añora el Real Madrid. Optar al puesto de un Keylor Navas que, a corto plazo, sonríe.
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Keylor saca tajada