Desde su llegada al Real Madrid, Rafa Benítez se ha encargado de transmitir su confianza a Gareth Bale. Como ejemplo, basta ver el viaje del entrenador madridista a Cardiff en el último partido para el galés en la temporada 14/15. Pero no solo eso.
Una de las mayores sorpresas de la pretemporada para el equipo blanco no fue en forma de fichaje, sino a través de un cambio en los papeles de los atacantes. El esquema se modificó respecto a lo que intuía: Bale no se fue a la izquierda, sino que se movió al centro, en la mediapunta. Cristiano, contra todo pronóstico, seguiría en el flanco zurdo.
Este cambio de actuación es importante por lo cómo se fraguó: a petición del propio Bale. El deseo del galés fue escuchado y atendido por Benítez, que paró el proceso de reconversión de Cristiano en cuanto esta propuesta del galés tuvo lugar.
Esta manera de actuar casa con una tendencia instalada en parte de la directiva del Real Madrid y a veces confesada por el propio Florentino Pérez: que en Bale reside el futuro del Real Madrid más allá de un Cristiano que, a sus 30 años, se enfrentará más pronto que tarde a un declive fruto de la naturaleza.
Sin embargo, la apuesta no le está saliendo demasiado bien: Bale pone ganas y sacrificio, tratando de moverse, pidiendo balones, asumiendo la iniciativa...pero sin éxito, pues si precisamente se ha resentido algo en el juego blanco ha sido la capacidad de crear peligro. Las piezas aún no están ensambladas.
Ante los pitos del respetable en el trofeo Santiago Bernabéu, Rafa Benítez trataba de ser positivo y alababa la labor de Bale en esos campos en los que el aficionado no suele reparar: "Eso es buscar la compenetración entre todos ellos. Nos va a dar rendimiento. Si hubiese hecho gol se diría que ha hecho un partido bueno. Analizad los movimientos que hace porque le da mucho desahogo al equipo".
También establecía diferencias entre su juego y el de otros compañeros como James o Isco: "El juego entre líneas que tienen Isco y James no es el de Gareth, que crea espacios y busca la profundidad". Acoplar esta variante, esta diferencia, es la tarea primordial de Benítez para hacer del ataque del Real Madrid un ente que aporte con fluidez. Una cruzada lejos de cumplirse por el momento.
Bale en el disparadero