A falta de 10 días para que se cierre el mercado de fichajes, el Real Madrid trabaja a destajo para intentar sacar los excesos de la plantilla con la que Rafa Benítez afrontará toda la temporada. Con la duda de saber qué ocurrirá con Keylor Navas (su adiós depende de la llegada de De Gea), tres casos centran en las oficinas del Bernabéu. El club busca destino a Illarramendi, Lucas Silva y Coentrao, tres futbolistas transformados en 'problemas' tras su bajo rendimiento. Un trío que representa un 'derroche' de 80 millones de euros.
Ésa es la cifra resultante de sumar el coste de sus tres traspasos. El más elevado fue el de Illarramendi. El de Mutriku llegó a la capital previo desembolso de 38 millones de euros.
Por aquel entonces la secretaría técnica blanca creyó que era el sustituto ideal de Xabi Alonso. Después de su buen Europeo sub 21 (el mismo que encumbró a Isco), parecía que la apuesta era segura. Incluso adelantó por la izquierda a Casemiro pese a su gran pretemporada. Dortmund, sin embargo, fue su ruina.
Allí, en el Signal Iduna Park, Illarra jugó uno de los peores partidos de su carrera. Tan mala fue su actuación en la vuelta de los cuartos de final de la Champions que casi trunca el camino blanco hacia la Décima. Ancelotti lo desterró del equipo por aquello y de ahí, hasta ahora, sólo ha vivido un camino de ostracismo del que Benítez no lo ha rescatado.
Se marchará en breve y puede que dejando 'cero euros' en las arcas merengues. El club baraja su cesión siempre y cuando su equipo de destino pague su alta ficha de 2'5 millones netos, esto es, 5 millones brutos por temporada.
Coentrao es el segundo futbolista más caro de este particular trío. Llegó avalado por Mourinho en 2013.
Decía por entonces 'The Special One' que su compatriota era uno de los futbolistas más completos de Viejo Continente. Podía jugar de lateral, de interior e incluso de mediocentro (en esa posición debutó con los blancos en Champions). De potente disparo lejano, su velocidad lo convertía en una gran arma ofensiva sin olvidar su capacidad para frenar a los rivales. Pues bien, de aquella tarjeta de presentación apenas queda nada. O mejor dicho, queda sólo su precio: 30 millones de euros.
Coentrao ha ofrecido un rendimiento decreciente salpicado por las polémicas sobre su laxa profesionalidad y siempre sostenido por su fama de ser un hombre más defensivo que Marcelo. Fue así como se permitió el lujo de jugar la final de la Champions en Lisboa, en el estadio Da Luz, de donde salió para poner rumbo a la Castellana. Fue su momento culmen... y lo desaprovechó.
Ancelotti lo cambió en la segunda mitad por el propio Marcelo, quien ayudó a la remontada con su juego e incluso un gol. El '5' blanco desapareció entonces de las alineaciones salvo contadas excepciones. Este verano retornó de vacaciones lesionado y la entidad le busca destino. No lo ha encontrado. Nadie quiere abonar su elevada ficha.
Lucas Silva costó mucho menos que los dos anteriores ejemplos. El Real Madrid abonó 15 millones por su fichaje. Sin embargo, a tenor de sus apariciones con los merengues, se podría incluso decir que ha costado más que los anteriores, toda vez que el brasileño sólo ha disputado nueve partidos, esto es, 424 minutos en total a razón casi de 30.000 euros el minuto.
Ancelotti lo pidió a toda velocidad (el club no quería pagar el precio que finalmente abonó) para cubrir la vacante de Modric tras su lesión. Aquellas prisas se transformaron en desidia.
Silva acabó en el banquillo para, actualmente, no tener ni dorsal. Su condición de extracomunitario le ha dejado fuera del equipo. Kovacic luce ahora su '16' y el club espera colocarlo pronto en el mercado. Cuenta con él para el futuro, pero en el presente no es más que un inconveniente más, un ejemplo de los últimos derroches del Real Madrid.
Entidades
Fabio Coentrao
Jugador del Mónaco
Asier Illarramendi
Jugador de la Real Sociedad
Tres problemas urgentes