
No empieza bien la temporada para Gareth Bale, que si la campaña pasada veía como un sector importante del Santiago Bernabéu le pitaba a cada partido jugado en casa, anoche tuvo que sufrir de nuevo una silbatina cuando fue sustituido en el minuto 85.
Eran los últimos minutos del Trofeo Bernabéu ante el Galatasaray, que se decantó para el Madrid por un (2-1) final, y Bale, que daba paso a Illarramendi, tuvo que escuchar los mismos silbidos que el curso pasado le dedicó la grada en partidos como los jugados ante el Deportivo, el Espanyol o el Schalke entre otros.
Rafa Benítez probó de mediapunta a un Bale que tampoco descolló en esa posición, lo que provocó el descontento de un público que ya el año pasado acusó al galés de individualista, llegándole a recriminar que no pasara el balón a su compañero Cristiano Ronaldo.
El luso también sufrió ayer, aunque en menor medida, la furia de la grada tras haber marrado una ocasión clamorosa de gol. También un sector del Bernabéu silbó al portugués. Es el último episodio de una discreta temporada del Real Madrid de Benítez que este domingo tendrá que luchar por los tres puntos en El Molinón ante el Sporting de Gijón.