Gareth Bale está ante su momento. La confianza que ha depositado Rafa Benítez, técnico del Real Madrid, en las condiciones del futbolista galés es plena, y en esta Audi Cup está ante su primera gran oportunidad para asumir la responsabilidad.
Las ausencias de Cristiano Ronaldo y Benzema en Münich por lesión harán que el galés sea el principal referente ofensivo blanco en estos dos partidos de pretemporada. Los 91 millones de euros que costó el futbolista nacido en Cardiff tienen la oportunidad de liderar al Real Madrid sin que nadie le discuta el foco de atención.
Todo parece apuntar que Benítez, sin el luso ni el galo, apostará por formar con 1-4-2-3-1 en el que Bale ocupe la mediapunta, la posición donde el técnico ha apostado firmemente por él. Con Isco y James flanqueándole por los costados, la punta de ataque podría ser para un Jesé Rodríguez que vuelve a encontrar buenas sensaciones tras la grave lesión de rodilla que sufrió en marzo de 2014.
Sin embargo, la atención será para el ex del Tottenham, que este martes se mide a su exequipo. Un equipo que llega más rodado, a apenas unos días para que arranque la Premier League inglesa. Lo harán contra el United, en Old Trafford, y eso hace que el encuentro de hoy tenga un sentido de prueba definitiva para Mauricio Pochettino y los suyos.
También para el Real Madrid, en uno de los compromisos más fuertes de su pretemporada; y en especial, para el de Cardiff. Más tras los rumores de su posible salida al United, algo que el técnico madridista ha rechazado por completo.
Después de una temporada a vueltas con su posición y su relevancia en el equipo. Tras anotar 17 goles la pasada campaña cuando en su primera campaña en el Real Madrid hizo 22, entre ellos el que le dio el título de Copa del Rey y el 2-1 en Lisboa para levantar 'La Décima'; Bale tiene su reválida particular para mostrarle al madridismo que puede ser el emblema blanco y el futbolista decisivo que todos esperan.
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Benítez no experimenta