
Iker Casillas ya es historia del Real Madrid. En el caso de Sergio Ramos, el futuro es incierto, aunque el deseo del jugador es el de abandonar un club que en los últimos días insiste en que el de Camas es un hombre clave. Un intocable. La pieza angular del proyecto junto con Cristiano Ronaldo. La resolución de su caso dependerá, en todo caso, de lo que suceda este fin de semana en China. El zaguero se reunirá con el presidente, con Florentino Pérez, en China aprovechando la visita del mandatario a esta fase de la preparación merengue. Si finalmente el caso se enquista y Ramos se marcha del Bernabéu, ambas salida, la suya y la de Casillas, podría provocar un efecto dominó con altas y bajas derivadas de estos movimientos y que no estaban previstas a principio de la pretemporada. De hecho, en el Real Madrid había planeados apenas tres movimientos de llegada y uno de salida. Fichar a De Gea, un lateral o mediocampista y un delantero y dejar salir a Iker. Todo ha cambiado.
De hecho, se podría decir que ese efecto dominó ya ha empezado. Repescar a Lucas Vázquez fue el primer movimiento. Kiko Casilla ha sido la segunda pieza en caer. Su llegada a la capital no estaba prevista. En el Paseo de la Castellana daban por posible el adiós de Casillas, pero se pensaba que De Gea le supliría sin demasiados problemas. El Manchester, sin embargo, se ha puesto duro en la negociación y ha habido que tirar del ex del Espanyol para cubrir el hueco del ex capitán con garantías, por si De Gea finalmente no llega.
La llave de su fichaje la tiene Ramos. Si el defensa acaba en Manchester, De Gea llegará a la capital y el que deberá abandonarla será un Keylor Navas que está en tierra de nadie, entre la titularidad y el riesgo a verse en la calle.
Pero la marcha del central también provocaría la llegada de un defensa más. Otamendi está casi imposible y Mustafi es también complicado porque el Valencia no lo quiere vender. Gusta Garay, ex del Real Madrid ahora en el Zenit. Su incorporación (como la de cualquier otro central) no estaba tampoco prevista, no entraba en unos planes en los que sí contaba Coentrao.
Y decimos contaba porque el Real Madrid, cuenta Marca, el busca salida tras sus problemas físicos. Ricardo Rodríguez, suizo de padre gallego y madre chilena, sería el recambio escogido y, tras Kiko y un hipotético central, el tercer fichaje potencial e inesperado del cuadro merengue.
A todo esto el club sigue buscando el antes citado mediocampista (Vidal no será, gusta William Carvalho) y un delantero centro para ejercer de suplente de Benzema y Cristiano. Jesé es el plan B, pero Llorente es uno de los favoritos de Benítez. En caso de que el riojano acabe en otro destino, Borja Mayoral, flamante campeón de Europa sub-19 podría tener hueco de forma esporádica entre los mayores.
En esta posición se ha barajado incluso la opción de que Karim Benzema pueda salir ante la competencia de Bale y CR7, aunque parece complicado que así sea y, en tal caso, el nombre de Reus emerge como recambio del francés. Éste sería el último movimiento imprevisto de un verano que se prometía más tranquilo.