
La pretemporada está siendo una montaña rusa de sensaciones para Keylor Navas, que en función de los rumores que van saliendo día a día cambia su estatus de titular a suplente casi en horas. Sobre el 'tico', que se ha recuperado de forma milagrosa para la gira e incluso podría jugar ante la Roma, hay una sombra que preocupa a la directiva blanca.
Según El País, existe cierto runrún en el palco debido al carácter del meta cuando es suplente. A lo largo de esta temporada, el costarricense ha dado señales evidentes de que estaba en desacuerdo con lo que le ocurría en el Real Madrid. En público y en privado.
A través de declaraciones a los medios o de vídeos en su cuenta de Instagram, el 'tico' ha levantado la voz, haciéndose notar. "Uno siempre quiere más. Me encuentro tranquilo, pero no soy conformista, ni alguien que se rinda fácil. Sé que la situación no es como quiero, pero ahí es donde tengo que sacar lo mejor de mí y ser más fuerte", decía a finales de marzo.
El objetivo era no caer en el olvido como opción a tener en cuenta. No dio resultado, puesto que en la pasada temporada tuvo un escaso protagonismo: solo 11 partidos con un total de 990 minutos.
En esta pretemporada, todas las miradas estaban puestas en él, toda vez que con la marcha de Casillas es el único meta de cierto nivel. Aún así, existen dudas tanto en el banquillo como en la directiva de si Keylor es un portero con garantías para poder ser titular en el Real Madrid. Por esta razón, se le iba a observar con lupa en los compromisos del equipo en la gira.
A esto se le une el factor Casilla, que llegaría al Real Madrid con el objetivo de que, en caso de que Keylor no cumpliese con las expectativas, fuese él titular. O, en caso de que llegase De Gea, cubrir el hueco de suplente de forma más 'pacífica' que el ex del Levante.
Mientras que la operación por el aún jugador del Espanyol se acelera, a Keylor se le acaban las posibilidades de quitar la razón a sus detractores en el palco. Australia podría ser su última bala.