Fútbol

Sergio Ramos 'arrincona' a Florentino Pérez: se quiere ir sí o sí del Real Madrid

Sergio Ramos, durante el entreno en Australia. Imagen: EFE

El Real Madrid ha visto en las últimas horas cómo ha perdido a su capitán. Iker Casillas ya es cosa del pasado. Una situación que podría repetirse en breve en el seno del equipo blanco. El nuevo dueño del brazalete merengue, Sergio Ramos, también podría abandonar el club. Lejos de calmarse, las tensiones existentes antes de la gira del equipo blanco por tierras australianas se mantienen. El defensa central se quiere marchar e insiste en enrocarse en una postura, la de dejar el Bernabéu, que se ha convertido en otro asunto delicado para el presidente de la entidad, Florentino Pérez.

Porque la marcha de Casillas le ha dejado señalado por un sector del madridismo que no entiende cómo el club le ha dejado ir y que no se cree que fuera el propio Iker el que pidiera marcharse. El arquero ha filtrado en varias ocasiones que no se va, que le echan. Semejante choque de informaciones derivaron en un homenaje atípico ayer en un Santiago Bernabéu en el que apenas 5.000 madridistas dijeron adiós a su capitán en el último lustro entre gritos de "¡Florentino, dimisión!".

De ahí que la situación de Ramos y su órdago al club sea algo más que un órdago. Es un pulso que puede hacer peligrar los cimientos del palco merengue. Al presidente no le quedará otra que remangarse y tratar de solucionar el asunto personalmente. No será sencillo.

Cuenta el diario Marca que Florentino Pérez se desplazará a China donde, ya en la segunda fase de la pretemporada blanca, tratará de convencer a Ramos de que lo mejor es que se quede en el club. Ayer, en sala de prensa, con Iker Casillas delante, el dueño del sillón presidencial insistió en que los jugadores que el club no quiere que se marchen no se irán. Ergo, Ramos es intocable para el Real Madrid.

Pero eso a Ramos no le importa. Insiste en que sólo desea abandonar el Paseo de la Castellana porque se ha sentido menospreciado en los últimos tiempos. No es una cuestión de dinero. Cierto es que en un primer momento pidió 10 millones netos por temporada y el club sólo le puso 7; entonces el acuerdo se rompió y todo quedó en suspenso. El problema, cree Ramos, llegó cuando el Real Madrid comenzó a filtrar a través de medios afines que era un jugador sólo interesado por el dinero y que su hermano estaba contaminando toda la negociación.

De no haber mediado estas informaciones, Ramos quizá habría aceptado la contraoferta que estaban dispuestos a darle desde el Bernabéu, esto es, 8 millones limpios. Pero las 'provocaciones' nacidas desde la capital le dolieron tanto que ahora le da igual que le ofrezcan los 10 millones que pidió. Se quiere marchar por una cuestión de orgullo. Y lo quiere hacer sí o sí.

Ése será el mensaje que le transmitirá a Florentino Pérez cuando se vean en tierras asiáticas. El presidente tratará de forzar al máximo la maquinaria, pero sabe que el jugador tiene buena parte del mango de la sartén asido porque sin él, sin su llegada a Old Trafford, el Manchester United no venderá a David De Gea y eso significa, por una parte, pagar al arquero 10 millones como parte del preacuerdo firmado para que fiche este mismo curso y, además, ver como la portería blanca no encuentra un recambio de calado para Iker Casillas, palabras mayores en la historia del Real Madrid.

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