Ha sido difícil, pero finalmente se va a cumplir: Iker Casillas abandonará el Real Madrid este fin de semana, rumbo a Oporto. A pesar de la ruptura en las negociaciones, en la mañana de hoy se ha llegado a un acuerdo al que solo le falta la rúbrica. Una vez llegados a este punto, solo falta hacerlo oficial y organizar una despedida para la leyenda blanca.
En este punto, Iker ha tenido su último acto de rebeldía. Contra los deseos del club blanco, se ha negado a un acto de homenaje para despedirse del Real Madrid. La idea por parte de la directiva era la de crear un adiós acorde a la altura del jugador, pero lo cierto es que la relación final del portero y el club no es buena. Ha habido demasiados desencuentros, muchas cosas que no se olvidan así como así.
El hecho de que Iker se haya negado a un homenaje por todo lo alto y opte por una rueda de prensa muy impersonal es significativo. No desea un acto de relumbrón con la plana mayor, ésa a la que se culpa por el hecho de querer mantener a un entrenador (Jose Mourinho) que le condenó al ostracismo. También teme que los pitos sean los protagonistas de un momento que debería ser para recordar.
No obstante, a pesar de lo demostrado por el todavía capitán madridista el Real Madrid sigue detrás de ese homenaje que Iker ha esquivado en un principio. Y es que desde el club ya se trabaja para que tenga lugar, aunque sea dentro de unas semanas.
La cita clave sería en la semana del 10 al 16 de agosto, en la que tiene previsto celebrarse el torneo Santiago Bernabéu. El Real Madrid, según informa Marca, tiene pensado invitar al Oporto para jugar el torneo, lo que serviría de homenaje a Iker.
Con el de Móstoles se quiere hacer lo mismo que con Raúl, al que se le despidió en el coliseo blanco hace dos temporadas con el duelo ante Al Sadd. Eso llegó años después de que el Gran Capitán se marchase, pero con Casillas ocurriría solo un mes más tarde. Incluso a pesar del propio Iker.
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