
Hoy el mundo del fútbol se levantaba con la noticia de que Rafa Benítez había anunciado a Iker Casillas que no contaba con él. Un paso más, el del entrenador, en la táctica del club de forzar al capitán a dejar el Real Madrid y allanar el camino a David de Gea. Una operación que se está enquistando y que comienza a sembrar preocupación.
En la zona noble se ve con cierto nerviosismo cómo tanto la llegada de De Gea no termina de producirse en paralelo a un enfriamiento en el proceso de salida de Iker Casillas, después de que hace un par de semanas se filtrase un acuerdo entre ambas partes para dejar la disciplina del club este mismo verano.
Según informa Marca, esta preocupación ha hecho a los dirigentes del Real Madrid reactivar la operación con De Gea. El problema es que el preacuerdo que el equipo blanco tenía con el portero ha enfadado al Manchester United, un club que no necesita vender y que puede poner e impedimentos y trabas a su contratación. Incluso no verían con malos ojos no ganar nada por el jugador y seguir con él una temporada más.
Por esta razón, los encargados de relanzar el fichaje del meta tienen trabajo que hacer, y casi a contrarreloj para evitar un fracaso en las negociaciones. Lo que se cree casi inevitable es que habrá que hacer un esfuerzo económico y subir la oferta hasta los 30 millones de euros más objetivos. Un empujón para ayudar a convencer al United.
¿Qué pasa con Iker Casillas? El portero se está tomando su tiempo con su futuro. Por si acaso, su representante ha comenzado a sondear candidatos: todos los equipos interesados en él. El capitán ha dejado claro que no desea salir, y probablemente no lo tenga claro hasta que De Gea llegue. Si el toledano no consiguiese fichar, el de Móstoles se sentiría con fuerza para no dejar el Real Madrid.
Ésta es una razón de más para las prisas de la directiva blanca, que no desea exponer al club a otro año de enfrentamiento en la grada a causa de Iker. Sigue el pulso en la sombra entre Casillas y el Real Madrid.