
Joseph Blatter sorprendió ayer al mundo del fútbol al anunciar su dimisión como presidente de la FIFA justo cuatro días después de ser reelegido. ¿Por qué este paso ahora y no el pasado viernes? ¿Por qué no se marchó antes de ser reelegido? Las razones de este movimiento estarían vinculadas con nuevas investigaciones que le situarían a él mismo, al propio Blatter, en el centro de las sospechas. El FBI sospecha que él también se habría beneficiado de la red de corrupción instalada en su cúpula.
La cadena estadounidense ABC informa que serían los detenidos precisamente el pasado viernes los que habrían comenzado una suerte de carrera para salvarse de las acusaciones o, al menos, reducir las penas y que, para hacerlo, estarían dispuestos a señalar a Blatter y destapar los negocios oscuros que habría llevado el mandatario suizo.
En su país, la Oficina del Fiscal General ha anunciado que Blatter está libre de sus investigaciones, pero esta versión no descarta que en EEUU sí que se hayan iniciado pesquisas para acabar acusando formalmente al mandatario. Fuentes cercanas al caso no descartan que la renuncia de Blatter pretenda poner su puesto como una suerte de garantía para que el castigo sea menor o incluso para poder huir a algún territorio donde la extradición a EEUU sea más complicada.
En doto caso, no se descarta que los pesos pesados de la FIFA sigan cayendo en los próximos días como consecuencias de las nuevas revelaciones que vayan haciendo los mandatarios ya detenidos.