Vientos de tormenta en el Paseo de la Castellana. El Bernabéu se prepara para vivir un convulso inicio de temporada cuando ni siquiera ha terminado el actual curso. Las tensiones entre plantilla y directiva son palpables y, lejos de aminorar, crecen. Ayer Sergio Ramos se ocupó de escenificar las distancias tensando las cuerdas de las relaciones con los mandatarios y más en concreto con un Florentino Pérez, presidente blanco que, días antes, habría advertido que, desde ahora, con Benítez al cargo, era él, el técnico madrileño, el que mandaría en el vestuario y no los pesos pesados del grupo.
Lo cuenta el diario Marca. En la reunión que mantuvo el mandatario con Carlo Ancelotti el lunes pasado y en la que le comunicó que dejaba de entrenar a los merengues, Florentino le informó de que una de las razones por las que se le destituía era que se le había ido de las manos el control del vestuario.
Ya no controlaba al grupo, sino que era el grupo el que le controlaba a él y en concreto, dos futbolistas: Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos.
El buen rollo del italiano con ambos cracks y el resto del vestuario hicieron que, según el grupo, el técnico se plegase a los deseos de los futbolistas y no al contrario. Para eso llegaba Benítez, para cortar de raíz esa relación de pleitesía del entrenador hacia los jugadores. Se acabó el mandato de las estrellas. Se acabaron sus 'privilegios'.
La argumentación de Florentino Pérez llegó a Sergio Ramos. El capitán, como la mayor parte del grupo, supo de los argumentos del presidente. En parte, el propio mandatario habría querido que el mensaje llegase a sus oídos para, así, supieran lo que estaba por venir.
Una información ante la que Ramos reaccionó con las declaraciones que ayer decidió a los medios. Un rosario de dardos hacia la cúpula blanca y más en concreto, hacia el dueño del sillón presidencial.
"¿El cambio de entrenador? De haber decidido yo a lo mejor no habría sido similar, pero para eso están los altos cargos, que son los que más saben de esto", afirmó dejando un primer mensaje duro contra un Florentino Pérez del que algunos jugadores importantes del Real Madrid afirman que gusta de entrometerse en cuestiones deportivas. Pero Ramos no se cortó y continuó.
"El que diga que en el Madrid mandan los jugadores no se ha vestido de corto en la vida", insistió de nuevo mandando otro recado al presidente. Con todo y con eso, Ramos dejó claro que acatará el nuevo orden que imponga Benítez.
"Es un gran entrenador que donde ha ido ha ganado", agasajó sin que su mensaje haya servido para calmar los ánimos del palco del Bernabéu. Veremos cuál es el siguiente capítulo de este tira y afloja. Posiblemente llegue mañana, cuando Benítez se convierta en el nuevo entrenador del Real Madrid y sea presentado públicamente.
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Sergio Ramos
Jugador del Real Madrid CF
Al borde de la 'guerra'