
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, fue uno de los invitados al palco presidencial en la final de la Copa del Rey de fútbol que se celebró este sábado en el Camp Nou de Barcelona.
Tal como manda el protocolo, Mas se sentó en las butacas reservadas para las autoridades, justo al lado del Rey de España, Felipe VI, y con el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, a su otro flanco.
Cuando sonaron los acordes de la Marcha Real, los hinchas comenzaron a silbar en protesta contra el Estado español y su máximo representante institucional.
En ese momento, la seriedad primó entre todos los integrantes del palco. Entre todos, menos el mencionado Mas, que esbozó una mueca de satisfacción por lo que estaba ocurriendo en el coliseo barcelonista.
Las organizaciones independentistas habían repartido hasta 10.000 silbatos en las inmediaciones del estadio con el fin de hacer aún más atronadora la protesta.