Jonathan Barnett, agente de Gareth Bale, se reunió este miercoles con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, para empezar a sondear la posible salida del jugador galés del equipo merengue.
Según informa el diario As, en este encuentro (el Bernabéu acogió la cita) también estaba presente David Mannaseh, representante de la empresa Stellar Group (la agencia que representa a Bale) y el hijo de Barnett.
Las intenciones iniciales del séquito de Bale eran saber si el Real Madrid quiere vender al jugador. Es decir, si hay predisposición desde la casa blanca para poner en el mercado a al jugador.
Sin embargo, todo viró hacia otro sentido. Los agentes acabaron solicitando al presidente blanco que, si es así, si realmente lo quieren vender, que les comunicen esta decisión en el menor tiempo posible puesto que Bale querría marcharse del Real Madrid también cuanto antes.
En caso contrario, si Bale finalmente no estuviera en el mercado, el jugador no haría ningún movimiento para buscar su salida, no tanto por deseo propio (se siente incómodo ante las críticas del Bernabéu y de la prensa), sino porque sabe que es imposible abandonar la capital de España sin la luz verde del club.
En todo caso, y por si ayuda a dar un empujón al Real Madrid, el entorno del futbolista se ha encargado en dejar el camino listo para un retorno a Inglaterra. En primer lugar, filtrando el descontento del jugador con sus compañeros. "Bale sería mucho mejor si sus compañeros le pasaran la pelota", dijo el agente en la prensa británica días antes de jugar la vuelta de semifinales de la Champions ante la Juventus.
Aquello sentó como una bomba en el vestuario y enfadó a un Ancelotti que cargó contra el agente en público. "Estaría mejor mudo", dijo en sala de prensa. A Barnett no le importaron esos comentarios.
Había creado el caldo de cultivo ideal para que el Real Madrid le abriese la puerta. Una puerta que necesita de un club al otro lado para que se pudiera completar su salida. El Manchester United sería ése destino. Es una entidad con potencial económico que busca una nueva estrella para dirigir su tercer proyecto tras la salida de Ferguson. Barnett ya le habría comunicado a Manchester que Bale no le importaría vestirse de rojo el curso que viene.
En tal caso, si finalmente el Real Madrid le abre las puertas, el club no lo vendería a cualquier precio. Las cifras iniciales que se deslizan en los titulares de prensa son 120 millones de euros. Hay voces autorizadas cercanas al Real Madrid que hablan de mucho más dinero. Esto es, entre 150 y 180 millones como precio inicial.
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