Fútbol

El fracaso en Champions tambalea la profecía de Carlo Ancelotti con Iker Casillas

El futuro de Casillas y Ancelotti es difícil de predecir. Imagen: EFE.

Hace menos de un mes, Carlo Ancelotti se atrevía a lanzar una profecía: "Me veo la temporada que viene con Casillas". De esta forma, el entrenador quería borrar los rumores sobre su permanencia y la del meta. En ese momento, Liga y Champions estaban a tiro de piedra. Ahora, las circunstancias han cambiado, y su pronóstico no está ni mucho menos claro.

Se puede decir que ambos copan ahora dos de los debates de más largo recorrido. Ni uno ni otro tiene asegurado su futuro, aunque es el italiano el que tiene menos que decir al respecto. Es la directiva la que decidirá, aunque eso sí, hay muchos factores que influirán el sentido del dictamen.

Es curioso el caso del italiano, que partía con muchas más posibilidades de renovar su estancia en la capital de España a principios de curso. Lo volátil del éxito en el fútbol le ha hecho estar de nuevo en el disparadero. Ya no valen los éxitos del año pasado ni el buen juego de comienzos de curso. Solo vale el presente, y lo que éste dice es claro: el equipo solo tiene una mínima posibilidad (casi imposible) de ganar algún título de valor. La Supercopa de Europa y el Mundialito ni están en el recuerdo.

Por lo que respecta a Casillas, hay más incertidumbre: no es una decisión que sea solo del Real Madrid. Para el equipo blanco lo más sencillo sería una marcha que le permitiría abordar sin remilgos una renovación (De Gea es el elegido) en la meta, pero hay dudas.

En todo caso, es Casillas quien tiene la sartén por el mango. Pero solo en lo que se refiere a la continuidad. En cuanto a la titularidad, ya se le ha avisado de que su destino será el banquillo el siguiente curso. En paralelo, el entorno del portero empuja y presiona fuerte para que se vaya del club tras los múltiples agravios. El finiquito que se le debería pagar también es un factor a tener cuenta: son casi 25 millones de euros.

Así, hay tres posibles situaciones resultantes de todo esto: que Ancelotti y Casillas sigan en el club con el segundo de suplente, que sea Ancelotti el único que se quede en La Castellana o que los dos cambien de aires a final de curso. Solo una de ellas es válida para el cumplimiento de una profecía que se tambalea por momentos.

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