Álvaro Morata se convirtió anoche en el verdugo del Real Madrid en la Champions League. El ex canterano merengue marcó el empate de la Juve en el Bernabéu y, tras el 2-1 de la ida (donde también marcó), hizo que su equipo se metiera en la final de Berlín al tiempo que apeaba a su antigua escuadra de Europa. Ambas actuaciones, unido a su gran temporada, hacen que crezcan las opciones de que el cuadro merengue quiera repescarle a través de su cláusula de recompra. El precio, 33 millones de euros, no sería un problema. Sí lo es la opinión del futbolista. Morata no quiere regresar al Real Madrid.
No al menos a este Real Madrid. No al menos con este entrenador, Carlo Ancelotti, en el banquillo merengue. El futbolista madrileño abandonó Concha Espina este verano enfadado. No le había gustado el rol secundario que había tenido en el año de la Décima. Creía que merecía más. Una opinión que nunca se ha guardado. Ni en privado, ni en público.
"Todavía no entiendo porque en el Madrid pasé de jugar bien a irme a la grada. No pedía jugar de titular, pero sí otro trato. Apenas tenía trato con Ancelotti. Allegri, para lo bueno y para lo malo, está muy pendiente de mí", dijo en una reciente entrevista. Más claro agua.
El jugador cargó contra Ancelotti por su nulo trato y reveló el síndrome que esta temporada ha atenazado al cuadro merengue. 'Carletto' prefiere apostar siempre por los jugadores con galones antes que por los segundas espadas ante el temor de que aquellos se le enfaden.
Por eso se marchó a un equipo, la Juventus, donde no sólo se ha ganado la titularidad, sino el respeto de una hinchada que le ha encumbrado a la categoría de ídolo absoluto. No es de extrañar: les ha metido en una final de la Champions 13 años después.
Por eso Morata no quiere volver. Porque entiende que en Madrid sería impensable gozar de un rol parecido. Con Benzema, Bale y Cristiano Ronaldo en la plantilla, siempre será un segundón. Lo será para el club, para la afición y para el entrenador que no le dio oportunidades el año pasado. De ahí su rechazo al retorno.
Un retorno que sí sería factible si el banquillo tiene encontrase otro inquilino o si alguno de los miembros de la BBC acabara fuera de la capital. En tal caso, no le importaría volver, aunque eso no le garantizase la titularidad.
Porque el '9' de la 'vecchia signora' no anhela ser titular por decreto, sino gozar de las mismas oportunidades que sus compañeros y, si se gana el puesto, que sean los factores deportivos los que cuenten sobre su titularidad y no otros elementos que no tienen que ver con el rendimiento.
Ahora la pelota de su futuro está en el tejado del Bernabéu. Serán sus dirigentes los que decidan si vuelve o no y si le crean el clima necesario para un retorno que, a día de hoy, parece difícil.
Críticas a Ancelotti