
Apenas dos semanas de haber tomado las riendas del Valencia, Juan Villaloga podría tirar la toalla. El motivo parece ser las diferencias que mantiene con el ex presidente y máximo accionista Juan Soler. Al menos ése es su pensamiento si Soler no cambia su opinión con respecto a la ampliación de capital que demanda.
Según apunta el diario Marca, la negativa del máximo accionista a realizar una ampliación de capital que inyecte el dinero suficiente para concretar con éxito un proyecto deportivo a la altura de los mejores de Europa ha terminado por distanciar a los dos empresarios.
En desacuerdo con la venta de futbolistas
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Villalonga ha sido el deseo de Juan Soler de vender a futbolistas como Villa, Silva o Joaquín para evitar tener que afrontar una ampliación en la que teme perder poder accionarial y, por lo tanto, dominio sobre todo lo que se decida a partir de ese momento en el Valencia.
Mientras se espera la decisión definitiva de Juan Villalonga con respecto a su futuro, desde el Consejo de administración, que está previsto que presente su dimisión en pleno, no se hace más que criticar su llegada al club.
''De momento Villalonga no ha aportado nada''
El actual presidente Agustín Morera así lo manifestaba. ''Las formas de Villalonga no son las que el fútbol necesita. No son buenas para el fútbol. Yo nunca hubiera llamado al entrenador (Emery) sin haber hablado con el director deportivo (Juan Sánchez). De momento no ha aportado dinero ni nada al club, pero si en algo se ha equivocado seguro que rectificará. Si tanteó a Luis Aragonés, teniendo entrenador con contrato no fue correcto, yo no lo hubiera hecho nunca'', aseguró.
Morera quiso aclarar que la situación económica del club es más que preocupante y que si se venden jugadores la afición lo entenderá. ''El Valencia no atraviesa una situación boyante, no se puede esconder. Pero el Valencia siempre ha pagado. Es una utopía que deje de pagar. No vamos a ir mañana a la ley concursal''.