
Xabi Alonso vuelve a Barcelona. La última vez que pisó el Camp Nou acabó encrespando los ánimos de la parroquia blaugrana. Sucedió en 2013 (en 2014 no jugó, sancionado), en Copa del Rey, cuando su Real Madrid, el de Mourinho, venció 1-3 a los culés y el tolosarra lo celebró con una de sus famosas fotos, una de esas en las que se ven sus pies posando en un escenario importante. En esta ocasión, el templo del Barça. Aquello fue la gota que colmó el vaso de una afición, la barcelonista, harta de sus marcajes férreos a Messi, de su apoyo a Mourinho y gestos contra sus compañeros de selección que jugaban en el eterno enemigo. Hoy, año y medio después, poco ha cambiado. O quizá sí. Los culés siguen teniéndole la manía de antaño, pero ahora Xabi no viste de blanco. Luce los colores del Bayern y reniega de Cristiano Ronaldo. Forma parte de su distanciamiento afectivo con el Real Madrid, ése que le convierte en jugador no apreciado en en la Ciudad Condal, y alejado ya de la capital de España.
La salida del ex '14' merengue del Bernabéu no fue la esperada. Dejó el Bernabéu rumbo al Bayern, un enemigo directo en Europa liderado por Guardiola, cuando faltaban sólo cuatro días para que se cerrara el mercado, sin que su equipo pudiera recomponer su baja y generando cierto malestar en una plantilla que ya mantenía pocos vínculos afectivos con él.
De hecho, se podría decir que a Xabi apenas le queda un amigo (de los de verdad) en el vestuario merengue. Se llama Álvaro Arbeloa. El resto, compañeros del pasado. Un sentimiento de desafección que demostró poco tiempo después cuando afirmó que Neuer era el mejor portero con el que había trabajado (crítica a Casillas) o que en 2014 el Balón de Oro lo merecía un alemán (se olvidó de Cristiano Ronaldo).
El mediocampista trató de matizar después sus palabras, pero su declaración inicial desenmascaró las tensiones. Iker le respondió con dureza y Cristiano Ronaldo le ignoró.
Fue así como el tema se fue olvidando hasta que ayer compareció ante todos los medios de comunicación y sorprendió con una frase que se podría interpretar como otro 'dardo' a Cristiano Ronaldo:
"Mientras estuve en el Real Madrid, Cristiano Ronaldo era el mejor", afirmó al ser preguntado por Messi. Esto es, Xabi dejó entrever que ahora CR7 no lo es, no es el mejor del planeta. El dueño de este calificativo no lo aclaró, aunque parece quedar claro que, según su criterio, el luso no ocupa ese pedestal.
Sus palabras borraron el guiño de reconciliación que le había mandado semanas antes en la previa del Real Madrid - Atlético de Champions y confirmaron que sus tiempos 'blancos' son pasado.
Pese a ello, nada le evitará ser uno de los hombres más silbados en el Camp Nou cuando la bola de las 'estrellitas' eche a rodar en uno de los duelos del año. Las ganas de venganza de la afición del Barça seguirá latiendo contra un Xabi Alonso que ha logrado equidistancia entre los culés y una parte nutrida del madridismo.