Fútbol

Chicharito se convierte en una 'vaca sagrada' del vestuario del Real Madrid

Chicharito, tras el 1-0 al Atlético en Champions. Imagen: Reuters

Javier Hernández, Chicharito, representa un caso especial en el vestuario del Real Madrid. Pese a ser un suplente frecuente, pese a no haber jugado apenas nada hasta los últimos partidos de Liga y Champions, se ha ganado el respeto profundo de los pesos pesados del vestuario.

Tanto es así, que la mayoría de las figuras blancas apoyarían sin duda su renovación. Un caso que contrasta mucho con el panorama de Khedira o Coentrao. La falta de profesionalidad del alemán y el portugués les han dejado en una posición compleja ante el resto del grupo. Sombras y luces de cómo afrontar la suplencia en un club tan grande como el Real Madrid.

Chicharito se ha tomado estos meses "duros" (como él mismo define) como una suerte de reválida constante, diaria. Cada jornada de entrenos en Valdebebas (aunque fuera en el día de descanso) era, para él, una batalla contra las circunstancias. Sabía que Benzema era (y es) el titular indiscutible. Sabía que lo tenía complicado.

Pero, pese a ello, no bajó los brazos y siguió bregando como si no hubiera un mañana. Muchas semanas lloró. Lo ha confesado. Lo pasó fatal, pero finalmente llegó el momento de mostrarse y fue así como aprovechó la ocasión que tanto estaba esperando.

Sus compañeros, testigos de esa batalla diaria, no dejaron de animarle. Lo hizo en especial Keylor Navas, con quien le mantiene un vínculo especial por vivir una situación parecida a la del '14', pero también el resto del bloque y los 'capitanes' de facto del club, esto es, Ramos, Cristiano Ronaldo e Iker Casillas.

Por eso, ahora cada vez que marca le abrazan con especial cariño y afecto. Por eso cuando se marchó sustituido ante el Celta de Vigo ni uno solo de sus compañeros le dejó de mostrar su aprecio en forma de abrazos, besos y más abrazos.

Todo lo contrario le sucede a Khedira o Coentrao, a día de hoy, paradigma de lo que el vestuario blanco no quiere. Los dos hace tiempo que han bajado los brazos y que piensan más en su futuro que en el día a día. Aunque comparten con Chicharito un futuro que parece estar lejos de Madrid, ninguno ha tratado de darlo todo en los últimos choques que han disputado o en los entrenos habituales.

En el caso de Khedira, sus constantes ausencias por lesión para estar luego a tope con Alemania provocaron quejas del vestuario. Coentrao, aunque sigue siendo muy amigo de CR7, sufre de falta de compromiso diario y su escasa preparación física también le ha colocado en el disparadero de sus propios compañeros de vestuario.

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