La noticia corrió ayer como la pólvora. Lo hizo alimentada por la gasolina de la conspiración. El sorteo de semifinales de la Champions League parecía que estaba condenado a un 'amaño' de 'bolas calientes' que midiese, decían filtraciones procedentes de la UEFA y el Barça, a los dos equipos españoles en semis para evitar otra cita 'patria' en la final de este curso. Finalmente, las bolas han hablado y esta vez lo han hecho para desmentir manipulaciones. O quizá no.
La mano del alemán Riedle, ex jugador de Borussia Dortmund o Lazio ha escogido un Barça - Bayern para una de las semifinales y un Juve - Real Madrid para la otra. Con este panorama, queda desmontada la teoría antes explicada. Es decir, que UEFA no ha influido para trucar el sorteo y evitar la final española.
Sin embargo, los amantes de teorías oscuras para explicar todo proceso no han tardado en poner en duda también este sorteo señalando, en este caso, no la mano de la UEFA, sino la del Real Madrid.
Y es que los blancos han vuelto a salir beneficiados del torneo. La Juventus parecía, a priori, el equipo más débil del sorteo. Pues bien, han sido los italianos los que, finalmente, tratarán de frenar al Real Madrid en su acceso a la final. Además, los blancos jugarán la vuelta en casa. Doble (supuesto) beneficio.
Aficionados sobre todo del Barça, se han apurado a afirmar en redes sociales que, como sucedió en octavos (cuando el Real Madrid se midió al Schalke) algún tipo de proceso habría ayudado al cuadro del Bernabéu. De hecho, la etiqueta #SorteoChampions en Twitter se ha llenado de este tipo de mensajes.
Un nuevo episodio de la teoría de conspiración sin más pruebas que la opinión de los que las impulsan.
Cosas del pasado
Con todo y con eso, estas teorías tienen elementos 'históricos' que las alimentan. Hace un año, Paco Aguilar, periodista del Mundo Deportivo, reveló cómo Artemio Franchi, ex director general de UEFA, trataba de amañar estos sorteos usando el viejo sistema de bolas frías y otras calientes.
Su objetivo era satisfacer sus propios deseos futbolísticos.
Una técnica que según Grande habría abandonado poco tiempo después y que se puso en marcha a principios de los 80.
Las viejas bolas calientes