James Rodríguez vive su momento de mayor importancia en el Real Madrid. Ha derribado todas las suspicacias sobre su fichaje (provocó la marcha de Di María, tuvo un alto coste...) y después de sufrir una inoportuna lesión, ha dejado a Isco en la suplencia (lesiones al margen). La historia del colombiano es la de un líder circunstancial.
Porque, casi sin comerlo ni beberlo, se ha encontrado con una situación envidiable: la plaga de las lesiones le deja como el cabecilla de la medular, en un momento en el que Kroos e Isco están a un nivel más discreto y la entrada de un cuarto efectivo no supondrá cambios a ese respecto. Ante un rival que previsiblemente esperará atrás, los delanteros quedarán encerrados (ya se vio a un gris Cristiano en el Calderón) y la responsabilidad recaerá en los hombres del centro del campo.
Y en esa línea, es James quien está mejor que nadie. De hecho, el '10' es probablemente el jugador (junto con el sancionado Marcelo) más en forma de todo el equipo. En sus cuatro últimos partidos, ha marcado dos tantos y dado otras tantas asistencias. Ante el Málaga fue el más destacado, con un golazo de bandera.
El colombiano ha hecho recuperar al Real Madrid lo mejor del Isco de principios de año, con el mismo a mayor trabajo y más llegada a puerta. Ocupa la zona que el malagueño hizo habitual para el tránsito blanco de balón, con combinaciones con el lateral brasileño. Ahí tendrá una tarea complicada: conseguir contagiar a Coentrao de la necesidad de estas conexiones, y complementar una posible falta de fútbol (en comparación con el '12') del luso.
Además, James tiene más gol y un gran golpeo con la zurda, un recurso importante como se pudo comprobar el pasado sábado. Sus cifras lo avalan: es el cuarto goleador del equipo, solo por detrás de la 'BBC', a tan solo tres tantos de Gareth Bale. Eso, junto a la percepción por parte de Ancelotti de que favorece más el juego propicio para los atacantes (lo más rápido posible dentro de las circunstancias en que se dispute el partido), le ha hecho ya un innegociable de verdad.
En el que sea el momento más importante de lo que va de temporada, ese en el que se juegan los títulos, la baja del motor Modric, un Cristiano que viene y va y una 'BBC' con problemas médicos, la carta más fiable del Real Madrid y Carlo Ancelotti es la suya.
Las esperanzas puestas en el colombiano son el fiel reflejo de lo que pueden cambiar las cosas en el fútbol. En cuestión de meses, James ha pasado de ser el impedimento que dificultaba la titularidad de Isco a convertirse en el referente de un equipo que se juega una porción muy importante de las posibilidades de éxito en la temporada.
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