Fútbol

Las tres lecciones de Luis Enrique a Ancelotti para encontrar la excelencia

Luis Enrique y Ancelotti, durante el clásico del Bernabéu. Imagen: Reuters

Carlo Ancelotti se encuentra en uno de los momentos más complicados de su carrera en el Real Madrid. Las bajas amenazan con lastrar el rendimiento de los blancos en el tramo final de las dos competiciones en las que sigue vivo. Si no logra 'campeonar' en alguna de las dos, crecerán las opciones de salir del club a final de temporada. Su situación contrasta con la de un Luis Enrique reforzado en el Barça gracias a un equipo que sueña con el triplete con cierta firmeza. Entre uno y otro hay un abismo de sensaciones, rendimiento y, sobre todo, maneras de manejar uno y otro equipo. Estas son las lecciones con las que 'Lucho' podría enderezar el rumbo de su homónimo en la casa blanca.

1.- Las rotaciones

Es, a día de hoy, la principal diferencia entre uno y otro. Luis Enrique se ha mostrado esta temporada como todo un amante de este sistema de cambios para dar refresco y minutos a todo su equipo frente a un Ancelotti que apenas ha usado el banquillo en lo que llevamos de curso.

Cierto es que 'Lucho' comenzó demasiado acelerado en su tarea de encontrar un once. Durante la mayor parte del inicio del campeonato no repitió alineación ni una sola vez.

Sin embargo, tras la derrota de Anoeta, el preparador logró un bloque fijo con el que ha jugado todos los partidos, eso sí, siempre cambiando pequeños detalles que logran, por una parte, evitar cansancio y lesiones en lo supuestos titulares y, por otro, hacer que los suplentes se sientan seguros cuando les toca el turno de salir por uno de los pesos pesados.

Así, además, todo el grupo culé está contento, es decir, todos se sienten importantes.

Ancelotti, sin embargo, apenas ha dado minutos a los suplentes. El Real Madrid es el equipo de la Liga que menos usa a sus miembros de segunda línea. Esto ha tenido también dos consecuencias que van en la dirección opuesta a lo que ha ocurrido en el Camp Nou. La primera es que la mayoría de sus titulares están agotados. Más que eso. Asfixiados.

Hombres como Isco o Kroos están atravesando los peores momentos de la temporada por el uso excesivo que se les ha dado incluso en partidos poco relevantes. Otros de esos titulares, por el contrario, han sufrido o sufren lesiones que podrían estar relacionadas con el excesivo desgaste. Son los casos de Bale, Benzema o James (ahora recuperado).

Además, con esta ausencia de rotaciones, los suplentes apenas tienen confianza y no se sienten importantes. Es decir, que cuando les toca suplir a los titulares no se sienten importantes para cumplir esta misión.

Los Illarramendi, Chicharito, Jesé o Lucas Silva han abandonado su estatus de hombres de relativo peso para ser mercancía de relleno que, cuando les toca coger galones, lo hacen sin la energía que les habría dotado contar con minutos.

2.- Combinación de estilos

El FC Barcelona se ha caracterizado esta temporada por el uso de dos formas de jugar al fútbol. La tradicional es la del uso de largas posesiones para buscar el hueco en las defensas rivales. Pero, a esta escuela, los culés han añadido gracia a Luis Enrique el uso de los contragolpes como método habitual con el que matar los partidos. Sin ir más lejos, ante el PSG, el 0-3 llegó en una de estas jugadas. Ante el Valencia, el 0-2 fue también obra de un gol a la contra.

En el Real Madrid, sin embargo, parece haberse olvidado la era Mourinho para apostar todo el fútbol ofensivo al uso de posesiones largas, un método en el que brilla con especial calidad cuando cuenta con sus mejores hombres sobre el terreno de juego, pero que falla sin ellos sobre el césped.

Con Khedira, Illarramendi o Lucas Silva el Real Madrid podría apostar más a la velocidad de vertiginosos ataques que, sin embargo, ya apenas se producen no sólo por esta insistencia en el tiki-taka, sino también porque los pulmones blancos no están para tantos kilómetros fruto, como antes se ha mencionado, de la falta de rotaciones.

3.- Mando para sentar a algunas estrellas

Uno de los principales problemas de Luis Enrique ha sido su relación con ciertas estrellas por cómo ha dirigido precisamente las rotaciones. El caso de Neymar es el más llamativo. 'Lucho' ha sentado tantas veces al brasileño en el banquillo que ha habido varios conatos de motín por parte del '11' azulgrana.

Sin embargo, este problema es, en parte también, virtud. Con esta actitud representada no solo en el delantero, sino también con otros jugadores (Luis Suárez, Xavi, Iniesta, Busquets, Piqué...), Luis Enrique ha evitado el exceso de minutos en su plantilla y en especial en sus hombres más desequilibrantes dejando también claro que es él y no sus cracks (a excepción de Messi) los que tienen mando en el club.

A Ancelotti, sin embargo, le ha costado más tomar este tipo de decisiones con sus estrellas. De hecho, salvo contadas excepciones, apenas ha sentado en el banco a los Benzema, Bale, Kroos, Modric o Casillas, por dar algunos nombres.

Sólo cuando el riesgo de lesiones ha emergido con fuerza, el italiano se ha atrevido a dar el paso y ni siquiera. Bale, sin ir más lejos, jugó ante el Rayo pese al riesgo de lesión. Recayó de sus molestias, no jugó ante el Eibar, repitió contra el Atlético y el sábado, frente al Málaga, se rompió a los cinco minutos de juego.

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