
Ante el Deportivo de la Coruña, Antoine Griezmann marcaba su segundo doblete consecutivo en Liga y sumaba el tanto número 20 en la competición de la regularidad. El francés ha roto los registros en la segunda vuelta del torneo patrio, y en total ya tiene 23 dianas a sus espaldas.
El delantero del Atlético está siendo el auténtico líder de los de Simeone, que aún tienen ante sí el estímulo de la Champions tras ser eliminados de la Copa del Rey y 'solo' limitarse a luchar por la tercera plaza de la Liga con Valencia y Sevilla. A la sombra de las estrellas Cristiano y Messi, el galo es uno de los grandes goleadores de las ligas europeas.
De hecho, salvo por los dos astros de nuestra Liga y por Lacazette (Olympique de Lyon, con 25 goles), sería el máximo goleador de las cinco grandes ligas europeas. Con sus números actuales, Griezmann sería el Pichichi en solitario en Italia y Alemania, y compartido con Kane y el Kun Agüero en Inglaterra.
Comparando su paso por el Atlético este año con el de Diego Costa en la 13/14, Griezmann es superior en algunos aspectos: tiene un mayor porcentaje de cara a gol (34% frente a 28%) y menos minutos por cada gol anotado (97 por 108 de Costa). En cuatro partidos menos, ha anotado 20 goles sin contar penaltis, por 22 del hispanobrasileño. Las diferencias no son demasiado llamativas para un jugador que este año debía dar un paso más. Una evolución en su carrera que ha culminado con un saldo muy favorable.
Simeone, siempre conservador en eso de dar entrada a los jugadores que no entienden su sistema de lucha, trabajo, ayudas constante soy presión, tardó en darle la alternativa definitiva como titular fijo. En lo que va de 2015, ha metido 14 goles y jugado 18 de 20 partidos como titular (uno de ellos se lo perdió por acumulación de tarjetas).
A esta reticencia inicial de Simeone en alinearle, el jugador ha respondido con trabajo, lo que le pedía el argentino. Ha sabido encontrar el equilibrio perfecto entre el ataque y el rigor defensivo, y ha sabido interpretar lo que quería su entrenador: ser ese futbolista que ataque por diferentes flancos y que sea el complemento perfecto de la referencia que constituye Mandzukic. Entre los dos ya suman 43, ocho menos que Villa y Diego Costa el curso pasado (jugando 47 y 51 partidos cada uno, por los 46 y 38 de Griezmann y Mandzukic).
Eclipsado por la sempiterna pugna entre Cristiano y Messi, el mejor año de Griezmann (superó en Málaga su mejor registro en Liga y su año más goleador) pasa un tanto desapercibido, escondido entre el relumbrón y las alfombras rojas de un duelo de leyenda. Pero, a pesar de esa 'desgracia', brilla como el tercer jugador más importante de la Liga. Al igual que el Atlético, se consolida como la tercera vía.