
Sergio Busquets fue uno de los protagonistas del Celta-Barcelona que se saldó con victoria visitante gracias al gol de Mathieu. En un rifirrafe con Orellana, el chileno fue expulsado tras arrojarle un trozo de césped. En esta acción, el '5' recibió la tarjeta amarilla, la quinta con la que cumplirá ciclo ante el Almería. Un momento del partido sobre el que Luis Enrique mintió en rueda de prensa.
Al ser preguntado sobre ello por los periodistas, fue claro: "Nunca le decimos a nuestros jugadores que fuercen tarjetas". Sin embargo, las imágenes captadas por Jugones le llevan la contraria. En ellas se ve cómo en un momento del partido le reclama a Busquets con un grito, y cuando atrae su atención hace con la mano el gesto de mostrar una cartulina hasta en dos ocasiones.
"Intentaba buscar una salida pero he tardado demasiado tiempo en sacar...y es normal que me hayan amonestado", dijo Busquets en zona mixta, culminando la respuesta con una risa que tampoco pasó desapercibida.
Si se interpretase que la amarilla de Busquets fue forzada, el centrocampista se encontraría en una situación parecida a la de Álvaro Arbeloa, al que le ocurrió lo mismo ante el Granada. El salmantino podría exponerse a una sanción de tres partidos por el hecho de forzar la suspensión, y Busquets, por lo tanto, también.