Luka Modric se convirtió este domingo en una de las mejores noticias del Real Madrid tras la derrota frente al Barça por 2-1. El croata lideró la medular blanca y permitió que su equipo dominase durante más de una hora al cuadro culé. Un dominio que se vino abajo cuando su propio estado físico mermó. Hoy, 48 horas después del partido, se ha sabido que ese bajón no fue causado por ningún problema vinculado con su reciente lesión, sino por la fiebre con la que sufrió durante el tiempo que estuvo en el césped del Camp Nou.
El diario Marca desvela este martes que el jugador tuvo problemas en la noche del sábado al domingo. De hecho, sufrió una notable afonía fruto del proceso febril que padeció.
Pese a ello, Modric no sólo no pidió la suplencia o no estar sobre el césped, sino que se ofreció como el que más hasta ofrecer números que reflejaron su buen hacer sobre el campo. Dio 58 pases y sólo falló cinco, esto es, mantuvo un porcentaje de acierto del 92%. Uno de esos pases provocó el 1-1.
Su asistencia a Benzema acabó en el taconazo a Cristiano con el que el luso logró la igualada.
Hay que recordar que Modric apenas lleva semana y media jugando después de haber recuperado el tono físico por su lesión, sufrida a mitad de noviembre. Completó 30 minutos ante el Schalke, disputó 75 contra el Levante y, frente al Barça, jugó 88.
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