
El Real Madrid sumó su tercera alineación idéntica de forma consecutiva ante el Villarreal. En este once se encontraba Lucas Silva, que destacó en Alemania contra el Schalke y se difuminó el domingo en el Santiago Bernabéu. El brasileño vive una particular contrarreloj en la que su misión es acumular méritos.
La titularidad de Luka Modric está a la vuelta de la esquina, y serán pocos los partidos que le queden al '16'. La idea que se tiene en el club blanco es que el croata juegue ante el Schalke 04 en la vuelta de octavos de final de Champions, la semana que viene. Solo le restaría el duelo de Liga ante el Athletic de Bilbao para darle razones de algún tipo a Carlo Ancelotti de cara al futuro.
Tras dos partidos de aprobado, el centrocampista encalló contra el Villarreal. Dejó buenas sensaciones en sus dos primeros partidos como titular (Schalke y Elche), ayudando a Kroos y desplegándose en el aspecto físico, pero en el 1-1 del domingo no cuajó un buen partido. Según los datos que recoge As, solo Karim Benzema recuperó menos balones que él, y este mal encuentro ha repercutido en sus guarismos, ligeramente peores que los de Illarramendi en lo que se refiere a recuperaciones, pérdidas y acierto en los pases.
En teoría, por lo visto en las recientes alineaciones de Ancelotti, está por delante del '24', pero el sinsabor del partido ante el Villarreal podría pesar. En San Mamés tiene la última oportunidad para demostrar a su técnico que puede ser el primer recambio de los titulares en la medular.
Si el de Reggiolo no decide acelerar la entrada de Luka Modric y esperar a la Champions, Lucas Silva tiene la papeleta de destacar en un partido que se antoja complicado. La lucha por la Liga BBVA no espera a nadie. Y Ancelotti, tampoco.