
Ante el Manchester City, el Barcelona se jugaba mucho. No solo su porvenir en la Champions, sino también eliminar del entorno culé cualquier idea de crisis tras la derrota en Málaga. En el Etihad había un partido clave para la temporada, y Luis Enrique confió en un once que comienza a ser reconocible.
Parece que 'Lucho' ya ha encontrado un once de garantías. Con las diferencias predeterminadas en la portería (las rotaciones en Champions-Copa y Liga son irrenunciables), Dani Alves, Jordi Alba, Mascherano, Piqué, Busquets, Iniesta, Rakitic, Messi, Neymar y Suárez son los futbolistas de cabecera del asturiano. Junto a los dos porteros, forman sus doce discípulos.
Este once se ha repetido cinco veces en lo que va de curso. Un número reseñable dadas las reservas de Luis Enrique a inmovilizar el banquillo. Las cinco han sido desde el bajón de Anoeta, y en cuatro de ellas en partidos clave. Siempre que ha habido un duelo de importancia, ahí ha estado esta formación: los tres partidos ante el Atlético (dos de Copa y uno de Liga), el encuentro ante el City...y además el 0-4 al Deportivo de la Coruña en Riazor, en Liga.
La presencia de estos 10 jugadores de campo ha producido siempre un resultado positivo. Todos los partidos han derivado en victorias, con un balance de 13 goles a favor y cuatro en contra. Las sensaciones de juego en todos los partidos han sido muy satisfactorias.
En estos encuentros se dieron el fabuloso primer tiempo contra el Manchester City, el buen partido de Liga en el Camp Nou frente al Atlético, y dos exhibiciones de ataque a domicilio (más vertical en Copa en el Calderón, dominando con juego de salón en Riazor). Los jugadores se encuentran en el campo, han asimilado sus movimientos, se mueven en una sinfonía.
En defensa, también hay buenos síntomas. La pareja Piqué-Mascherano funciona por encima de todo, y los laterales aportan en ataque a la vez que hacen bien el balance defensivo. Iniesta y Rakitic se han acoplado por fin al papel de interiores con menos manejo de balón, y Busquets recupera sensaciones. Por todo esto, cuando Luis Enrique se ve en la obligación de salir a por todas, recurre a ellos. Son sus mejores discípulos.