El Barcelona va viento en popa y a toda vela. Ya son diez los partidos seguidos ganados después de la derrota en Anoeta, con un balance de 37 goles a favor y ocho en contra. Y lo más importante, Luis Enrique ha conseguido un once titular más o menos claro a pesar de las variaciones del asturiano. Unos cambios que se han centrado especialmente en la línea de centrocampistas.
Han sido ellos los que han soportado la mayoría de cambios de los últimos partidos. Tras el primer partido del año 2015, la medular ha sufrido con diferencia más cambios que el resto de líneas. Hasta un total de siete centros del campo diferentes en 10 partidos, solo con la repetición en cuatro ocasiones de la combinación Busquets-Iniesta-Rakitic. Éste podría considerarse el centro del campo titular.
Después de perder contra la Real Sociedad, el Barcelona solo ha jugado dos veces seguidas con los mismos centrocampistas (Deportivo de la Coruña en Liga y la ida de cuartos de Copa ante el Atlético). En el resto de partidos ha habido fórmulas diferentes.
Hasta seis veces ha cambiado Luis Enrique de forma íntegra el centro del campo. En dos ocasiones hubo un par de cambios, y solo una vez los cambios se limitaron a un jugador. En todo este ir y venir de alineaciones distintas han intervenido ocho jugadores: Busquets, Iniesta, Rakitic, Xavi, Rafinha, Mascherano, Sergio Roberto y Gumbau.
Esta amalgama de centros del campo vienen a demostrar que el equipo de Luis Enrique, por fin, se ha acostumbrado a soportar las ausencias o las rotaciones. En ese sentido, el Barcelona se ha conformado como un verdadero bloque justo después de un partido en el que se discutió mucho sobre la conveniencia de los descansos que 'Lucho' había otorgado a varios de sus futbolistas clave.
Con la rotación definida en la portería (Bravo en Liga, Ter Stegen en Copa) y elementos indiscutibles como Alves, Alba, Piqué, Messi, Neymar y Luis Suárez, solo la medular sufre cambios sustantivos en la mayoría de los partidos. El equipo los soporta, y Luis Enrique se permite ser más fiel a su estilo en la zona del campo de más culto del Barcelona.
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La paradoja del Barça