
El jugador alemán del Real Madrid, Sami Khedira, fue uno de los principales protagonistas del partido que su equipo disputó ante el Atlético en el estadio Vicente Calderón de la capital española, en la 22ª jornada de la Liga BBVA.
Ya en los primeros minutos Khedira protagonizó una de las acciones más controvertidas, impactando con su codo en el rostro de Godín, provocando una hemorragia en la nariz de su oponente.
Si bien del gesto del teutón se desprende que Khedira no pretende lanzar el codazo a su adversario, es flagrante que salta con el brazo extendido, y en la pugna impacta en su adversario, por lo que la acción era susceptible de ser pitada como penalti, algo que el colegiado no señaló. Godín, por su parte, tuvo que ser atendido para frenar la hemorragia, pero pudo continuar jugando.
Minutos después, Khedira fue de nuevo el foco de todas las miradas, con una jugada en la que el esférico impactó en su brazo en el corazón del área de Iker Casillas. El colegiado, una vez más, no pitó nada, a pesar de que la acción era merecedora clara de penalti.
Pero Khedira fue más allá. Intentó simular un impacto en su rostro, se llevó las manos a la cara y estuvo unos segundos fingiendo el golpe, a pesar de que el esférico nunca dio en dicha parte de su cuerpo, y únicamente impactó en el brazo.
Las críticas al germano fueron contundentes, y llegan en un momento en el que ha perdido protagonismo en el equipo de Carlo Ancelotti y al mismo tiempo trata de presionar al club para conseguir una controvertida renovación.
Khedira fue sustituido al descanso para dar entrada en el tereno de juego a Jesé en busca de la remontada, completando así sus 45 minutos más negros con la camiseta blanca.