El pasado sábado Toni Kroos y Asier Illarramendi compartieron titularidad ante la Real Sociedad. Por sexta vez en lo que va de temporada, alemán y español jugaron de inicio en el centro del campo, y confirmaron que este nuevo curso futbolístico ha supuesto para ellos un cambio. Dos transformaciones que han ocurrido en paralelo.
La que ocurrió primero fue la de Toni Kroos. El alemán llegaba a un equipo con Xabi Alonso en el puesto de pivote. Apenas había desempeñado esa función con el Bayern, y la venta del tolosarra a su exequipo le obligó a adaptarse sin paños calientes. Ancelotti le eligió para ejercer de enlace con la defensa. A pesar de que no había ocupado mucho esa zona del campo, tuvo que poblar el espacio del doble pivote, y por supuesto, asumir sus funciones.
El comienzo no fue del todo satisfactorio, y el equipo se notó partido, en parte por las pocas ayudas de los jugadores de arriba. Se notaba el escaso bagaje defensivo, que Kroos solía ser un habitual de los tres cuartos de campo. Pero con el paso del tiempo ha mejorado el rendimiento y se ha acoplado a su nuevo puesto. La mayor querencia por el balón le hace sufrir menos aunque esté más retrasado. Su consolidación fue un éxito de Ancelotti, y un varapalo para otros jugadores que esperaban una oportunidad. Como Asier Illarramendi.
El de Mutriku llegó al Real Madrid como pivote. Su último año en la Real Sociedad fue en esa zona, acompañado casi siempre en un 4-2-3-1. Su progresión hizo ver en muchos en la zona noble blanca al sustituto natural de Xabi Alonso. Rol que más o menos tuvo en los primeros meses del primer año de Ancelotti, en un esquema idéntico al de su anterior equipo.
Sí hubo un ligero cambio en el segundo tramo de la temporada pasada, cuando Ancelotti varió el dibujo táctico al 4-3-3. Cuando no entraba a modo de refresco para Xabi Alonso, en alguna ocasión jugó con él, y no ocupó su plaza, sino que avanzó su posición unos metros con el '14' como escudero.
Este cambio se ha dado al 100% en el presente curso. Debido al amplio protagonismo de Kroos, la mayoría de las veces que 'Illarra' ha aparecido en el cesped ha sido como una especia de interior, junto a Isco, Modric o James, respaldando al alemán. Si de pretende disputar más minutos, deberá ser de esa forma. Lo poco que juegue Khedira y la inclusión de Lucas Silva (que es pivote también) le restan opciones. Todas sus posibilidades pasan por esta transformación.
Así, parece que la relación de Kroos e Illarramendi ha cambiado: de sustitutos a complementos. Una más de las variaciones de Carlo Ancelotti en este curso. Un nuevo capítulo del entramado táctico del entrenador italiano.
El secreto de Kroos