La sombra del cansancio se ha cernido desde hace varias semanas sobre Toni Kroos. El jugador alemán, con la mayor carga de minutos de toda la plantilla del Real Madrid, no tendrá descanso por lo que se desprende las declaraciones de Carlo Ancelotti. Cree que el bagaje de tiempo disputado por el '8' no es excesivo.
Echando la vista un año atrás, pasando por la última temporada de Kroos en el Bayern de Múnich, se percibe que los datos de partidos y minutos jugados no distan mucho de los que atesora ahora en el Real Madrid. Por estas fechas, el germano sumaba 2.318 minutos en 29 partidos, una progresión muy similar a la de este curso 2014/2015, en el que ha disputado 2.556 minutos en 31 partidos.
Las diferencias son mínimas: 234 minutos y dos partidos menos. Se podría decir que el ritmo al que le sometió Pep Guardiola fue el mismo que el de Ancelotti, contando con que en Alemania hay un parón desde finales de diciembre hasta el último tercio de enero. Sin ese parón que en España no tiene lugar, incluso podría haber sumado más minutos. Entonces, ¿por qué está cansado Kroos?
La problemática es más compleja de lo que dicen los datos, va más allá de las cifras. Si bien es cierto que los números no mienten (estar a la cabeza de minutos jugados, desde luego, contribuye), existe otro factor importante que a menudo se olvida: Kroos ya no desempeña el mismo papel que en Baviera.
Su posición no era la de pivote, sino la de un centrocampista una decena de metros (o incluso más) adelantado, con menos sacrificio en labores defensivas y cumpliendo funciones incluso típicas del mediapunta. Guardiola explotaba su capacidad llegadora y para la circulación de balón. Lo defensivo quedaba para jugadores como Schweinsteiger, Lahm o Javi Martínez.
Con la ausencia de Xabi Alonso, Kroos se ha consolidado en el Real Madrid con un rol diferente al de hace tan solo medio año. Un nuevo papel que exige más esfuerzo, más sacrificio físico. Algo que conlleva un cansancio complementario y a lo que se añaden los minutos jugados para explicar las primeras sombras de fatiga claras en el '8'.
Más lejos del área de rival que de costumbre y con la obligación de correr más metros hacia atrás y recuperar balones, Kroos acusa el cansancio que supone este cambio en su forma de jugar al fútbol. Con una cantidad muy parecida de minutos, sufre las consecuencias de su transformación como jugador.
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No se relaja la presión