Ángel Fabián Di María, actual futbolista del Manchester United, parece seguir molesto con el Real Madrid, su ex equipo, y con todo lo que esté relacionado con la entidad blanca. El pasado lunes, durante el paseo por la alfombra roja previo a la gala del Balón de Oro, el argentino protagonizó el gesto feo de la noche. Hizo todo lo posible por no firmar las camisetas del equipo blanco que le ofrecieron los distintos aficionados que llevaban horas esperando el paseo de sus ídolos.
Nada más llegar al evento, el extremo, acompañado de su mujer, se acercó a estos fans. Algunos sujetaban cuadernos. Otros, bufandas. La mayoría, camisetas. Camisetas de todos los gustos y colores y de casi todos los equipos posibles. Su objetivo era obvio: que cualquiera de los personajes que pasara cerca de ellos les dejara su sello, fueran del club que fuera, aunque nada tuvieran que ver con las zamarras que sujetaban.
Pues bien, Di María, como el resto de las estrellas, empezó a autografiar todo lo que ponían estos hinchas en sus manos. Todo o casi todo.
Dos de ellos sujetaban sendas del Real Madrid que el 'Fideo' ignoró de forma clara. El caso más llamativo se produjo cuando Di María se acercó hacia un chaval que portaba una camiseta negra del cuadro merengue. Parecía que iba a firmarla, pero entonces otro muchacho sacó un cuaderno negro.
El rotulador de Di María viró rápidamente su rumbo hasta dejar su huella en el papel y no en la tela de la equipación merengue.
Tras postrar su caligrafía en este blog, el jugador abandonó la atención a los aficionados y siguió su camino hacia el salón de actos donde se realizaría la gala que le coronó, por cierto, como uno de los once jugadores más importantes del planeta, un mérito que se ganó fundamentalmente vistiendo la camiseta que ese día se negó a firmar.
En este vídeo se puede ver la escena, concretamente en el minuto 22:
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Los tres olvidados