
Leo Messi recibió este domingo un botellazo en la cabeza segundos después de que Sergio Busquets marcase el gol de la victoria blaugrana ante el Valencia. En plena celebración del tanto, un recipiente "sin tapón y lleno de agua", como reza el acta del encuentro, acabó impactando en el argentino. A renglón seguido, el agredido vio cartulina por, supuestamente, perder tiempo. Esta amonestación ha indignado considerablemente al Barça. Probablemente recurrirá la amarilla.
Instantes antes de que fuera objeto de esta agresión, el futbolista argentino celebró mirando a los hinchas del Valencia el gol que daba en el último minuto la victoria al Barça. La acción se produjo en la curva en la que se encuentran los seguidores más radicales del conjunto che y no fue una celebración que se saliera de los parámetros de cualquier festejo. Fue, simplemente, una más.
Lo curioso es que Messi acabó siendo amonestado por el colegiado, Fernández Borbalán, tras ser agredido, debido a que se dedicó a perder unos segundos (no más de diez, tal como muestran las imágenes de television) retirando otras botellas que habían caído cerca de la zona de la celebración.
"En el minuto 89 el jugador (10) Lionel Andrés Messi fue amonestado por el siguiente motivo: retrasar la vuelta a su terreno de juego, tras la consecución del gol, con ánimo de perder tiempo", redactó Fernández Borbalán, aunque las televisiones desmienten que el jugador tratase de perder tiempo o, al menos, que lo hiciera de la manera tan descarada que afirma el colegiado. El agravante de que recibiera un botellazo tampoco fue tenido en cuenta por el colegiado que, en esta ocasión, aplicó un baremo muy estricto para sancionar al delantero.