
En las últimas temporadas el Real Madrid ha vendido a varios de sus jugadores más importantes. Las salidas de Özil (Arsenal), Higuaín (Nápoles), Di María (Manchester United), Xabi Alonso (Bayern de Múnich) o Diego López (Milan) fueron interpretadas en su día como movimientos que podrían perjudicar notablemente al equipo blanco y beneficiar a sus protagonistas. Pasado el tiempo, el resultado parece ser el inverso. Mientras que el Real Madrid sigue mejorando en su fútbol y estilo (amén de títulos), los hombres traspasado se encuentran, en la mayoría de los casos, ante situaciones profesionales delicadas.
De hecho se podría decir que en la capital de España nadie echa de menos a estos futbolistas. Fichajes como Isco, Bale, Kroos, James o veteranos como Casillas han hecho olvidar sus nombres con buen rendimiento y, sobre todo, grandes resultados.
La excepción de Xabi
La única excepción a esta regla es la que ha impuesto Xabi Alonso. El de Tolosa triunfa a sus 33 años en el Bayern de Múnich como uno de los jugadores más importantes del nuevo entramado que ha formado Pep Guardiola tras las bajas de hombres como Kroos (vendido precisamente al Real Madrid), Javi Martínez o Thiago (ambos lesionados).
De hecho, apenas iniciada la temporada, el '3' bávaro batió el récord de pases dados en un sólo encuentro de la Bundesliga. Mientras, personalidades como Beckenbauer (director deportivo del Bayern) le alaban afirmando no conocer futbolista que se haya adaptado tan rápido a su nuevo club como Xabi Alonso. "Parece que lleve toda la vida jugando con nosotros", comentó recientemente.
Özil se frustra en Londres
Más allá de este caso, los últimos traspasos de campanillas no han triunfado en sus nuevos destinos. El caso más flagrante es el de Özil. Tras año y medio en Londres (el Arsenal le compró por 50 millones de euros), el alemán no ha vuelto a ser el que era en Madrid. Cuando el 'Besugo' se marchó del Paseo de la Castellana había sumado en Liga más asistencias de gol que Iniesta y Xavi juntos (73 en total).
Una capacidad ofensiva que iba más allá de lo estadístico y se reflejaba en el juego merengue. Durante los tres años de la época Mourinho, las máximas cuotas de creatividad eran las que nacían de sus botas.
Pues bien, en el Emirates Stadium apenas se ha visto aquella versión. Las lesiones le han restado protagonismo. Este curso sólo ha jugado un partido. Además, él mismo se ha ocupado de ocultarse del foco con momentos decepcionantes como cuando falló un penalti que pudo haber sido clave en octavos de final de la Champiosn de la temporada pasada. Lo marró ante el Bayern de Guardiola.
En el plano estadístico, la temporada pasada sólo consiguió dar 13 pases de gol y anotó siete goles. Su peor dato en el Real Madrid fue de 23 asistencias (2010-2011) y siete goles (2011-2012). Sólo la consecución del Mundial con Alemania (fue titular, pero no brilló como solía) le ha devuelto la sonrisa en este periodo de tiempo.
Los tropiezos europeos de Higuaín
Higuaín llegó a Nápoles en el verano de 2013 por 40 millones de euros. Aterrizó como una estrella. Todavía hoy es considerado por los tifossi de San Paolo como el jugador más valorado. Su rendimiento no ha sido tan malo como el de Özil. Sin embargo, sigue lejos de alcanzar los buenos números que logró en el Real Madrid.
En su primera temporada como delantero celeste Higuaín marcó 24 goles en 46 partidos. En la actual ha logrado 8 en 15, esto es, un promedio goleador de 0,52 y 0,53 goles por partido. Su peor marca como delantero blanco desde la temporada de su consolidación fue precisamente de 0,52 goles por encuentro, dato que registró en la temporada 2010-2011, ésa en la que un problema de espalda le dejó media temporada fuera del equipo.
Higuaín (al igual que el resto de sus compañeros) ha formado parte de la no consecución de algunos objetivos colectivos fijados por la directiva napolitana. Los más llamativos han llegado en Europa, como la eliminación en la fase de grupos del curso pasado en la Champions League o la caída en la fase previa el verano pesado a manos del Atheltic Club. Esta competición, la Champions, parece seguir persiguiendo al argentino tras sus criticadas participaciones con el Real Madrid en este torneo.
En el Scudetto sus actuaciones han sido más positivas, pero no han salvado al equipo de el bajón que tuvo la temporada pasada. El Nápoles aspiraba a ganar el título y acabó a 24 puntos de la Juve, campeón del campeonato. En la Coppa sí que estuvo a la altura. El título fue para los de Benítez con dos goles en cinco partidos del argentino.
Compañeros del Pipa son también Albiol y Callejón, jugadores que hicieron menos ruido al marcharse, pero que sí han mejorado su rendimiento fuera de la capital.
Di María y Diego López
Dos casos recientes de gloria no encontrada lejos del Bernabéu son los de Di María y Diego López. El primero fichó por el Manchester United por casi 60 millones de euros y lo hizo en busca de más dinero (le doblaban su sueldo en el Real Madrid), aunque en Old Trafford no ha logrado encontrar más que eso, un suculento incremento de salario.
Cierto es que en los primeros partidos 'El Fideo' fue el mejor de su equipo, pero con el paso de los encuentros su influencia en el juego se ha ido apagando. Además, los 'red devils' no logran remontar el vuelo pese a su llegada y la de otros importantes jugadores como Falcao. El Manchester United es décimo a 13 puntos del líder, el Chelsea.
Diego López, por su parte, ha vuelto recientemente a la titularidad después de haberse lesionado al poco de aterrizar en San Siro. El gallego ha tenido alguna actuación desafortunada tras un buen inicio con los suyos y, para colmo, la ya mencionada lesión, un problema que en Madrid jamás tuvo. Durante su estancia en el Bernabéu no dejó ni una oportunidad a Casillas de robarle el puesto por dolencias físicas o similares.