
El Real Madrid vuelve este miércoles a Liverpool. Lo hará en la tercera jornada de la Liga de Campeones frente a un rival, los 'reds' que no traen buenos recuerdos al cuadro blanco. De hecho, los madrileños siempre han caído ante el Liverpool en los tres enfrentamientos oficiales que han tenido.
La primera vez que se ambos equipos se vieron las caras fue en la final de la Copa de Europa de 1981 en París. El cuadro inglés ganó aquel partido (y la Copa) por 1-0. Ambas escuadras esperaron 29 años para volverse a enfrentar. Fue también en Europa bajo el formato actual de la Champions, aunque esta vez el duelo llegó en octavos.
La ida acabó en derrota (0-1) y la vuelta, en goleada con un histórico 4-0 marcado por una desafortunada frase de Vicente Boluda, presidente interino de aquella época tras la salida de Ramón Calderón y su asamblea manipulada. "Les vamos a dar un chorreo", dijo Boluda en la previa del encuentro.
La frase extramotivó al Spanish Liverpool (era la época de Benítez, Xabi Alonso, Torres, Arbeloa...) hasta lograr un resultado que lastró mucho aquella temporada al Real Madrid e incluso que dejó notar su influencia tiempo después.
Los blancos se hundieron aquella temporada en Liga (fue el curso del 2-6 del Barça) y el curso siguiente también cayeron en octavos frente al Olympique de Lyon. Sólo la llegada Mourinho acabó con la maldición de verse eliminados en esta ronda durante seis años consecutivos.
De todos aquellos resultados, aquel 5-0 global ante el Liverpool fue el que más dolió. Hoy, cinco años y medio más tarde, la sombra de aquella tarde, de aquel 'chorreo', con cuatro jugadores blancos de aquella debacle en la plantilla actual (Casillas, Ramos, Marcelo y Pepe) vuelve a extenderse en la previa del partido que, ahora de la mano de Ancelotti y con Cristiano Ronaldo liderando al equipo, tendrán los merengues de nuevo en la ciudad de los Beatles.
Una derrota, fuera como fuese, dejaría muy tocado al equipo en la previa del clásico y podría poner cuesta arriba su clasificación para octavos después de que los blancos sufrieran ante el Ludogorets búlgaro en la anterior jornada. Ganar en Anfield, con todo, generaría el efecto contrario y, de paso, borraría la macha de aquella tarde aciaga en el condado de Merseyside.