Toni Kroos llegó al Real Madrid con la aprobación de los aficionados, el 'sí' de Carlo Ancelotti, el aval del Mundial conseguido en Brasil y su buen paso por el Bayern de Múnich de un Pep Guardiola que se resistió a su marcha hasta el último momento. No obstante, su paso al club de Chamartín viene precedido de una falsa creencia, un error de cálculo.
Todo se debe al puzzle del centro del campo, como buena parte de los problemas que asolan al club blanco tras el desastre de Anoeta. Estos primeros partidos de temporada han acreditado que con Kroos, parte del club se confundió. Incluso el propio Carlo Ancelotti. Antes de que se marchase Ángel Di María, se pensaba que el alemán podría formar un centro del campo a temer junto con el de Rosario y Luka Modric. Kroos, el más atrasado de los tres, sería la mezcla perfecta entre escudero de la defensa y catalizador del juego del Real Madrid.
La realidad ha dicho otra cosa. A pesar de que Di María se ha marchado, Kroos ha desempeñado la misma labor que se le presuponía debido a la salida de Xabi Alonso: ha sido el jugador del centro del campo con la posición más atrasada. Los resultados han negado que ésa sea su posición ideal: el equipo se ha partido por la mitad, como consecuencia de la tendencia natural del alemán (y con él, Modric) a pisar zonas más ofensivas. Con Kroos, el Real Madrid quiso fichar a un pivote con mejor circulación de balón, pero en verdad contrató a otro tipo de jugador.
A pesar de que alguna vez (escasas) Kroos ha sido el hombre más retrasado en la medular, su demarcación se encuentra varios medios más adelante. Con un hombre a su espalda, y liberado de ese mayor volumen defensivo, puede dar más de sí en lo que más le gusta: tocar la pelota y aparecer desde segunda línea.
En Múnich, con Schweinsteiger, desempeñaba esa función. Participaba de la circulación de pelota, se apuntaba pases de gol y aparecía desde atrás. Y en las ocasiones en las que Lahm compartía pivote con el ahora capitán de Alemania, Kroos también podía irse hasta la línea de mediapuntas si era preciso.
Por esta razón, su adaptación desde un primer instante a ese retraso en su posición y a una forma diferente de jugar ha tenido imperfecciones. Incluso Ancelotti ya busca variaciones para solucionar el desbarajuste. Se trata de aprovechar mejor las grandes virtudes de Kroos y equilibrar el equipo.
En Alemania, Joachim Löw ayer le probó en una posición atrasada, junto a Kramer. Debido a la gran cantidad de mediapuntas y centrocampistas del equipo, el técnico ha optado por intentar algo que en el Santiago Bernabéu no ha terminado de cuajar. Tras la falsa creencia que ha llevado a Kroos a un sitio que no es exactamente el suyo, Ancelotti ya trabaja para retomar la situación. Falta ver cuál será la fórmula.
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El rechazo culé