
La selección española comenzó ayer una nueva etapa. El equipo de Vicente del Bosque salió derrotado de París tras caer contra Francia (1-0) en un partido con un dato significativo por encima del resto. Durante los 90 minutos, 'La Roja' no tiró ni una sola vez entre los tres palos.
Fue el lado negativo de un choque con chispazos de optimismo. La posesión volvió a ser alta y, por momentos, rondó la portería de Lloris con sensación de peligro. El problema es que siempre sobró el último regate o faltó el último pase. Una situación de dominio sin efectividad en la que volvió a naufragar un nombre por encima del resto.
Diego Costa sumó anoche su quinta internacionalidad y lo hizo sin ver puerta una vez más. Una tendencia preocupante que, además, se combina con los problemas que tiene Costa para encajar en el juego del combinado nacional.
El de Lagarto sigue siendo un futbolista más adaptado a la velocidad de los contragolpes atléticos o del Chelsea, que al control constante de la pelota que tiene 'La Roja'. Anoche, frente a Francia, apenas pudo enganchar un par de balones en carrera siempre puestos por su fiel escudero también en Stanford Bridge.
Cesc le mandó un puñado de bolas en profundidad en alguna contra que, para su desgracia, acabó en robos por parte de una zaga, la francesa, destacada anoche en París. Más allá de estos destellos, a Costa le cuesta abrir las defensas rivales cuando España ataca en estático.
Sin huecos en los que correr, el ariete se estanca y atasca entre los contrarios. Un problema que en el Atlético de Madrid solía resolver con balones colgados al área ante los que su potencial físico le daba una clara ventaja. El problema es que España no juega al pelotazo. Los balones colgados están vetados y así, sus recursos aéreos no lucen.
Ya en la segunda parte Costa fue suplido por uno de los 'novatos' del equipo. Paco Alcácer, del Valencia, le suplió y aunque tampoco vio puerta (ni tiró a puerta), su ritmo de juego encajó mejor con el mediocampo de España. El valenciano, acostumbrado a jugar a este estilo de fútbol con las selecciones inferiores, dejó destellos de calidad en las paredes y combinaciones que realizó con Silva e Isco especialmente.
El próximo lunes, ante Macedonia, la lógica dice que Costa volverá a jugar, si bien se prevé que los balcánicos apostarán por un modelo defensivo que obligará a España a atacar en estático o, lo que es lo mismo, el 19 del Chelsea tendrá otra prueba de fuego para adaptarse al 'tiki-taka' de España. Un estilo en el que, por ahora, Costa sólo ha fracasado.