Fútbol

El adiós de Di María y Xabi Alonso: la revolución táctica que Ancelotti no quería

Xabi Alonso y Ancelotti en esta pretemporada. Imagen: EFE

En apenas tres días el entrenador Carlo Ancelotti ha perdido a dos de los que fueron sus pilares en el centro del campo la temporada pasada. Si el lunes era el argentino el que ponía rumbo al Manchester United, en las últimas horas la más que posible marcha de Xabi Alonso al Bayern de Múnich provoca un extremo temido por el entrenador: se queda sin la medular que sustentó al equipo la pasada temporada.

Con un ataque y una defensa bien definidos, Ancelotti llegó al Madrid con la duda la portería, aún persistente pese a la marcha de Diego López, y la del centro del campo. El italiano sabía que Di María perdería la titularidad en detrimento de Bale y que el centro del campo no acababa de carburar, como se vio en una primera parte de la temporada en la que el equipo pasó apuros para llevarse los triunfos.

Tras muchas probaturas, el técnico encontró solución a todos sus problemas. Reconvirtió a Modric, dio galones Xabi Alonso (por ello insisitió en su renovación en el momento crítico de la temporada) y recuperó para la causa a un díscolo Di María confeccionado un centro del campo de tres jugadores que sería trascendental para los triunfos del equipo en la Champions y en la Copa del Rey.

Con este triángulo de centrocampistas, jugadores como Isco, Khedira (lesionado gran parte del año) o Illarramendi perdían enteros, pero Ancelotti había encontrado el equilibrio que buscaba y posible, en gran parte, por la capacidad física de Di María, cuyas carreras le permitían sumarse tanto al ataque como la defensa, así como no dejar nunca de mantener la presión sobre el rival.

La llegada de Kroos suponía un refuerzo clave para esta línea, ya que el alemán dispone de visión de juego, buen pase, excepcional tiro y puede intercambiar distintas posiciones en la media. Una seria amenaza para la titularidad de Alonso y las posibilidades de Illarramendi, pero una posibilidad a la que Ancelotti no se podía negar.

No obstante, la llegada del colombiano James Rodríguez volvía a trastocar los planes, ya que, intocables los tres de arriba (la BBC), el '10' tendría que adaptarse a un medio en el que el Madrid presentaba atasco de jugadores, si bien desde la planta noble ya se contaba con la salida de Di maría. Una marcha que no era la opción preferida por Ancelotti, pendiente también de la de Khedira.

Cuando la principal preocupación del italiano se basaba en compensar el equipo para tapar el vacío de Di María, la salida de Alonso deja a Kroos como único posible sustituto de garantías, a la vista de que Khedira no ocupa exactamente esa posición e Illarramendi aún no ha demostrado su valía en el equipo.

El italiano, después de meses de trabajo para armar un centro del campo consistente, ve como en menos de una semana éste se cae y tiene que readaptar roles con un James demasiado ofensivo, un Modric también más creativo para el sistema y un Khedira demasiado defensivo o un Kroos que tendría que aguantar a un óptimo nivel durante toda la larga temporada.

Una revolución temida y no buscada por Ancelotti, que le hace empezar, de nuevo, otra temporada con la ansiada búsqueda del equilibrio.

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